Las floristas del cementerio municipal desarrollan un trabajo incansable para llevar el sustento a sus hogares.
Muchas de ellas deben cumplir con horarios extenuantes, para conseguir los recursos necesarios, pues muchas son jefas de hogar, y tienen la dependencia de dos o tres hijos.
Es por ello que el municipio de Ovalle, a través del Departamento de Salud quiso regularizar la labor de estas floristas, suscribiendo con ellas un contrato formal de arriendo, pues antes sólo contaban con uno de palabra, y la repactación de la deuda existente por convenios, sin el pago de intereses.
En el acto estuvieron presentes la alcaldesa de Ovalle, Marta Lobos, la jefa del Departamento de Salud, Gloria Toledo, y el Notario Público, Rodrigo Cabrera, quien certificó el proceso.
Para Patricia Hidalgo, quien lleva 17 años trabajando en el rubro, “en realidad nosotros nunca tuvimos un contrato legal, y esto nos ayuda a trabajar con más ganas, pues nosotros somos jefas de hogar muchas y debemos mantener hijos, yo tengo hijos en la universidad, con esta actividad yo he sacado a mis hijos adelante, tengo uno de ellos que es profesional”.
Hidalgo agregó que “este es un respaldo que nos insta a seguir sacrificándonos día a día”. Por su parte, Graciela Cortés, quien lleva 38 años de servicios como florista en el cementerio, “sentimos que nos han tomado en cuenta y que nuestro trabajo está más seguro, en esta labor hay días que son más duros que otros, hay que tener buen ánimo para poder atender al público”.
Este servicio requiere de grandes sacrificios familiares, pues deben estar en sus puestos días feriados, fines de semana, para los días de madre o padre, como lo señala Jaqueline Tabilo, “estamos desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la tarde en forma continua, de lunes a domingo. A mí me tocó trabajar hasta el día 20 de septiembre, el 18 ni siquiera lo disfruté con mi familia”.
Para la alcaldesa Marta Lobos, “quienes trabajan en el cementerio municipal lo han hecho por muchos años, por lo cual las familias han heredado el puesto, y no tenían un instrumento legal que les permitiera continuar con el negocio familiar, vimos un caso particular y lo quisimos extender a todas ellas, que tienen un gran espíritu de superación y ganas de salir adelante, así lo hicimos con mucho entusiasmo, y nuestro Departamento de Salud efectuó toda esta regularización”.