La Retinopatía Diabética es la principal manifestación del compromiso ocular en los pacientes diabéticos. Desde el punto de vista oftalmológico, es un problema de salud pública de gran magnitud, dado que es una de las principales causas de ceguera en adultos en el mundo occidental.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que los casos de diabetes, que afectan actualmente a unos 250 millones de personas en el mundo, se habrán duplicado para el 2030 si no se toman medidas.
De acuerdo a las estadísticas cerca del 25% de la población diabética padece algún grado de retinopatía. “De todos los problemas que puede tener una persona con diabetes, los relacionados con la vista son los que más temor provocan. Sin embargo, mediante una consulta temprana y un control adecuado de la enfermedad estos problemas se pueden detectar a tiempo” explica la Dra. Rebeca Vega, oftalmóloga de Puerta de Sol.
¿QUÉ ES LA RETINOPATÍA DIABÉTICA?
Es un problema ocular causado por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina. Es una complicación de la diabetes y una de principales causas de la ceguera. El paciente con retinopatía diabética, al principio no notará ningún cambio en su visión. Pero con el tiempo, la retinopatía puede empeorar y provocar pérdida de la visión en ambos ojos.
La retinopatía diabética no se manifiesta de la misma forma en todos los diabéticos, explica la especialista. En el caso de los diabéticos Tipo 1 insulino-dependientes, la retinopatía es infrecuente antes de los 5 años de enfermedad, después de este período comienza a manifestarse en forma progresiva dependiendo del control diario del paciente. Mientras que en los diabéticos Tipo 2, que se controlan con régimen o dieta pobre en azúcares, más el uso, según el caso, de drogas que bajan el azúcar sanguíneo, un 20% presenta algún grado de retinopatía al momento del diagnóstico de la enfermedad.
El estudio DCCT (Diabetes Control and Complication Trial) de la Asociación Americana de Diabetes, que sigue teniendo vigencia, concluyó que un completo control metabólico logra reducir el riesgo de retinopatía diabética hasta en un 76% de los casos. Esta enfermedad no da ninguna señal de advertencia temprana y aparece antes de que el paciente note una baja de visión. Lamentablemente este es un síntoma muy tardío y que revela un compromiso importante de la retina. Por eso, la importancia de los controles anuales con el oftalmólogo y el adecuado control de la enfermedad.
PACIENTES EN RIESGO
Quienes tienen más riesgo de padecer esta complicación son aquellos pacientes que tienen mayor tiempo de enfermedad y los que han tenido inadecuado control metabólico. También tienen mayor riesgo los pacientes hipertensos y las mujeres diabéticas embarazadas. En estas pacientes, su estado trae consigo una serie de fenómenos que pueden favorecer la retinopatía, entre ellos: retención de líquido, aumento del volumen sanguíneo, aumento del trabajo cardíaco, hipertensión arterial, etc. Por eso, en pacientes que presentan una retinopatía severa se recomienda la contracepción hasta que el tratamiento ocular haya finalizado.
DETECCIÓN Y TRATAMIENTO
Todo paciente diabético debe someterse a un examen de fondo de ojo con pupila dilatada. Si existen signos de retinopatía leve o moderada se sugiere completar el estudio con una Angiografía Retinal, examen donde se utiliza un medio de contraste y permite observar con más detalle y profundidad la magnitud de la retinopatía y su necesidad terapéutica. La Tomografía Óptica de Coherencia (OCT) es otro examen de gran utilidad en el estudio y manejo de esta patología. Permite realizar una verdadera “biopsia clínica” y cuantificar la importancia y características del Edema Macular Diabético, principal causa de pérdida de visión en pacientes con retinopatía.
La especialista de Puerta de Sol explica que todo paciente con retinopatía diabética debe estar en control oftalmológico periódico, con el objeto de detectar oportunamente la retinopatía que requiera tratamiento y de ese modo prevenir las graves complicaciones de esta enfermedad que conducen a la ceguera, como hemorragia vítrea, desprendimiento de retina o edema macular severo crónico.
Actualmente hay diversos procedimientos para tratar esta complicación, que se utilizan sólos o combinados según el estado de la retinopatía. El tratamiento de fotocoagulación con láser se utiliza para impedir que los vasos sanguíneos presenten filtración o para eliminar vasos sanguíneos frágiles y anormales, generalmente en las etapas más avanzadas de la enfermedad, para prevenir hemorragias o desprendimiento de retina. También existe un procedimiento quirúrgico, llamado vitrectomía, que se utiliza cuando ya hay sangrado (hemorragia) dentro del ojo, o la retina se encuentra desprendida. En el edema macular contamos con fármacos que se inyectan en la cavidad vítrea, como el bevacizumab, conocido comercialmente como Avastín. Además se están desarrollando fármacos que impiden la proliferación de vasos sanguíneos anormales en pacientes con retinopatía diabética proliferativa.
Finalmente es necesario enfatizar que para prevenir el progreso de la retinopatía diabética, las personas con diabetes deben controlar los niveles de azúcar en la sangre, la presión arterial y el colesterol, concluyó la oftalmóloga de Puerta del Sol.