Se ha conseguido construir la unidad de almacenamiento magnético de datos más pequeña del mundo. Usa sólo 12 átomos por bit, la unidad básica de la información digital, y almacena un byte completo (de 8 bits) dentro de una cantidad ínfima de materia: tan sólo 96 átomos. En comparación, una unidad de disco duro moderna necesita más de 500 millones de átomos por byte.
La proeza tecnológica es obra de un equipo de científicos de IBM y el Centro Alemán para la Ciencia del Láser de Electrones Libres (CFEL)
Esta singular unidad de almacenamiento de datos se construyó átomo por átomo con la ayuda de un microscopio de Efecto Túnel en el Centro de Investigación de Almaden de IBM, en San José, California.
El equipo de Sebastian Loth del CFEL y Andreas Heinrich de IBM construyó los patrones regulares de átomos de hierro, alineándolos en filas de seis átomos cada una. Dos filas son suficientes para almacenar un bit. Un byte, a su vez, consta de ocho pares de filas de átomos. Usa sólo un área de 4 por 16 nanómetros. Esto corresponde a una densidad de almacenamiento que es cien veces superior a la de una unidad de disco duro moderna.
Los datos son escritos y leídos en la unidad nanométrica de almacenamiento con la ayuda de un microscopio de Efecto Túnel. Los pares de filas de átomos tienen dos posibles estados magnéticos, representando los dos valores, 0 y 1, de un bit clásico. Un pulso eléctrico de la punta del microscopio de Efecto Túnel invierte la configuración magnética. Un pulso más débil permite leer la configuración, aunque actualmente el “cabezal” de lectura sólo es estable a una temperatura muy fría: 268 grados centígrados bajo cero.
Fuente: NOTICIAS DE LA CIENCIA.