Ya están en Coquimbo las 53 piezas que conforman el Vía Crucis más grande del mundo, una obra de fe que recuerda las quince estaciones de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, financiadas con recursos municipales.
Las imágenes religiosas de tamaño natural de bronce, que desde el 02 y hasta el 14 de abril fueron expuestas frente al Palacio de la Moneda en Santiago, construidas artísticamente en la prestigiosa fundición romana Domus Dei en Italia, comenzaron a ser desmontadas el domingo 15 de abril en la ciudad de Santiago, para luego emprender rumbo a Coquimbo, ciudad a la que llegaron pasado el medio día de este lunes 16 de abril, transportadas por 3 camiones rampa de 18 metros de largo.
“Esta es una obra indescriptible, los habitantes de Coquimbo han recibido un regalo muy especial, una muestra, que sin duda, contribuirá al turismo religioso, convirtiéndose en un atractivo más para esta ciudad, donde la gente podrá rezarlo, recorrerlo y vivirlo en familia”, expresa Oriana Olivares, Administradora de la Cruz del Tercer Milenio.
Las estatuas de 2.20 metros de altura y las 11 cruces de 3.50 metros, fueron llevadas hasta el Monumento Cruz del Tercer Milenio, lugar donde permanecerán de manera provisoria a la espera de la construcción de un sendero de peregrinación donde se instalarán definitivamente. “Ideamos un circuito provisorio en el monumento, que esperamos concluir esta semana, para que la gente pueda apreciar la magnitud e importancia de esta obra, mientras podemos concretar y ejecutar el parque donde quedará el Vía Crucis en un sector aledaño de la Cruz”, señala Oriana Olivares.
Las 14 estaciones de esta obra serán instaladas al interior del recinto de la Cruz del Tercer Milenio, iniciando el trayecto en la puerta de acceso principal, continuando por la Plaza Cultural Bernardino Piñera y el acceso lateral al monumento, una ruta en que habitantes y turistas podrán hacer un camino de oración y meditación reviviendo las últimas escenas de la vida de Jesús.