Fue el turno de la sonrisa, el aprendizaje y la felicidad de los menores. Es que la historia de “El Principito” no deja de impresionar a nadie y eso quedó comprobado en el lleno total de la Sala de Artes Escénicas del Centro Cultural Palace, lugar al que llegaron cientos de niños y niñas de Coquimbo, para disfrutar de la primera obra de teatro infantil establecida en la programación de este recinto cultural.
Una fábula que hace referencia a un aterrizaje forzoso que vivió Antoine de Saint-Exupéry en el Desierto del Sahara en 1935, lugar en el que producto de la deshidratación, sufrió alucinaciones visuales y auditivas.
Perfectamente llevada a las tablas, la obra logró cautivar y llegar al corazón de menores y adultos. Un mensaje de amor para meditar y llevar a la práctica en la vida cotidiana.
Mensajes tales como “sólo se ve bien con el corazón”; “lo esencial es invisible para los ojos” o “lo que embellece al desierto es que en alguna parte esconde un pozo de agua”, de seguro calaron hondo en la conciencia de los menores, internalizando un concepto que a los propios adultos se les olvida: nada es imposible en la vida.
Una oportunidad ofrecida nuevamente por el Centro Cultural Palace de Coquimbo y que abrió el camino para que los más pequeños comiencen a internalizar el gusto por el teatro y acercarse a una de las disciplinas más antiguas del arte. En definitiva, una obra ejemplar que hizo volar la imaginación de niños y niñas de nuestra ciudad, reafirmado aquellos conceptos intrínsecos que deben existir en el pensamiento tanto de menores, como de los propios adultos.
