Por: Barbara Vivedes, Ingeniera Forestal, Consultora Tierra del Sol.
Para nadie es desconocido, que actualmente a nivel mundial, se vive una crisis en torno al petróleo y sus derivados (energía no renovable), situación que se suma además a los costos y limitantes de importación de gas natural hacia el país, lo que ha llevado al alza sostenida de los precios del crudo y del gas, y por consiguiente, aumentando el costo de la vida dado el incremento en los precios del transporte y alimentos principalmente.
Esto, nos lleva a la necesidad de disponer de energías renovables como la eólica, solar, biomasa, etc, que nos permitan disminuir nuestra dependencia del petróleo para muchos de los procesos productivos, a la vez, que se diversifica la matriz energética nacional (considerando además, que se establece como meta el aumento en un 15% de la potencia instaladas en base a Energías Renovables No Convencionales –ERNC-).
Actualmente, se encuentra en Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), 63 proyectos para la construcción de Parque eólicos, de los cuales, 41 están aprobados y de ellos solo uno se ubica en la Región de Atacama.
Por otro lado, en el SEA (sistema al cual deben acogerse todos aquellos proyectos que superen los 3 MW de potencia), se encuentran 76 proyectos de parques solares o fotovoltaicos. De ellos, solo tres (equivalente al 4% de los proyectos solares presentados a nivel nacional) se ubican en la Región de Atacama, y están aún en proceso de calificación, situación preocupante si consideramos que uno de los lineamientos establecidos en la Estrategia y Plan de Acción para la Conservación y uso sustentable de la Biodiversidad de Atacama (2010 – 2017), establece la “necesidad de encontrar, por una parte, métodos de extracción que permitan la sustentabilidad de la actividad productiva, y por otra parte, alternativas de uso no extractivo de la biodiversidad que sean a la vez sustentables y económicamente rentables”.
Ahora, ¿Qué pasa con aquellos proyectos a pequeña escala, cuya producción no supera los 3 MW? En la región, se han llevado a cabo procesos de capacitación a personas naturales, para que se disponga de mano de obra calificada para la instalación de paneles solares, situación que permitirá el levantamiento de pequeños proyectos (pero no menores en cuanto a su importancia para la generación de conciencia en el uso de energía renovables no convencionales) que aportan al uso eficiente de los recursos.
Entonces, ya sean proyectos a mayor o menor escala, lo importante es utilizar energías limpias, de bajo impacto ambiental, promoviendo su uso a nivel regional y local, aportando además, a transmitir que como ciudadanos, estamos generando un cambio no menor basado en el uso sustentable de nuestros recursos.
