Nadie podría preguntar ni discutir el por qué de los premios obtenidos por esta obra. Es que más allá de los reconocidos actores que actuaron en las tablas de la Sala de Artes Escénicas del Centro Cultural Palace, ART justificó a cabalidad su rotundo éxito no sólo en Chile, sino alrededor del mundo en diferentes traducciones.
Una puesta en escena que desde el principio marcó diferencias, puesto que gracias a la excelente acústica del salón, los artistas decidieron –luego de conocer el espacio- obviar la amplificación y actuar sin elementos técnicos. Esto, complementado con una escenografía sencilla, pero que llenó el escenario armónicamente, a fin de ver una historia -divertida-, que cautivó al público que repletó el lugar.
Un montaje que definitivamente mostró la fragilidad de las relaciones humanas. Y qué mejor, que a través de historias que suelen suceder en la cotidianeidad. Aquella incapacidad para entender y para amar por encima de nuestros propios prejuicios.
Un texto excelente, que se ha convertido en el más sabio y divertido tratado mundial sobre la amistad. Una obra bien montada, con actores nacionales como Andrés Velasco, Nicolás Saavedra y Juan Pablo Sáez, y dirigida por el destacado actor y director Edgardo Bruna.
En definitiva, una obra a la altura del Centro Cultural Palace, espacio para las artes que se ha convertido en el último tiempo, en el bastión del desarrollo de todas las disciplinas culturales, con espacios que nuevamente fueron destacado por los artistas, esta vez, de ART.
