Alex Cortés, Instituto In English
El próximo mes de Noviembre, el MINEDUC aplicará por segunda vez la prueba SIMCE de Inglés a los alumnos de 3° Medio para medir fundamentalmente sus competencias o habilidades de comprensión lectora y comprensión auditiva.
La anterior medición realizada el año 2010, donde sólo un 11% de los alumnos que tomaron el test lograron una certificación de nivel básico, dejó en evidencia que hay mucho trabajo por hacer para que el aprendizaje del idioma Inglés en los colegios y escuelas de nuestro país alcance realmente un nivel aceptable y esté a la altura de lo Chile requiere para su desarrollo presente y futuro. Este test reflejó además, al igual que otras mediciones, la desigual calidad de la educación que reciben nuestros alumnos dependiendo del nivel socioeconómico al que pertenezcan. De hecho en nuestra región de Coquimbo, los tres colegios que obtuvieron mejores resultados corresponden a particulares pagados.
Al margen de los cuestionamientos que se le puedan hacer al test mismo, sobretodo desde el punto de vista de su diseño y criterios de evaluación (Se está midiendo con un mismo estándar el desempeño de colegios, profesores y alumnos que tienen realidades muy disímiles), es innegable que algo está fallando, especialmente en liceos, escuelas o colegios que reciben aportes del Estado. ¿Cómo es posible, que un alumno que ha tenido en promedio 8 años de Inglés al egresar de 4° Medio, no sea capaz de manejar un vocabulario mínimo, que le permita comprender un texto breve expresado en un lenguaje cotidiano? ¿Cómo explicar que este mismo alumno, enfrentado a una situación de interacción hablada con un angloparlante, no sea capaz de entender o transmitir una información personal mínima y deba en cambio recurrir a toda clase de gestos para hacerse entender?
Durante los gobiernos de la Concertación y particularmente durante la gestión del ex Ministro de Educación Sr. Sergio Bitar, se le dio un cierto realce al tema de la educación en Inglés y se implementaron algunos programas que se siguen aplicando por el Gobierno actual, tales como Inglés Abre Puertas, capacitaciones y pasantías al exterior para profesores, entre otras; medidas que siendo positivas, resultan claramente insuficientes y no responden adecuadamente al fondo del problema.
Hay tareas que deben impostergablemente ser abordadas por nuestra clase dirigente porque son decisiones políticas, como por ejemplo ampliar la obligatoriedad de la enseñanza del Inglés desde Pre-Kinder, aumentar el número de horas dedicadas al Inglés, reducir el número de alumnos por curso, regular la formación de profesores de Inglés, entregar mayores recursos, etc.
Hay tareas que les corresponde a los equipos directivos de los colegios, tomando acciones que realmente demuestren su compromiso con el tema, apoyando a sus profesores y no sólo exigiéndoles resultados y responsabilizándolos cuando los resultados no son buenos.
Hay responsabilidades que nos corresponde únicamente a los profesores y particularmente en el aula. Demostrar una actitud permanente de compromiso con nuestra profesión, buscando la forma de llegar a nuestros alumnos con estrategias o actividades de aprendizaje novedosas que los estimule a participar en la clase, a ser creativos, a usar el idioma, a pronunciarlo, a apreciarlo, etc.
Como padres y apoderados también tenemos algo importante que hacer, crear conciencia en nuestros hijos acerca de la necesidad e importancia de aprender un idioma como el Inglés, apoyarles en sus tareas o trabajos, incentivarlos a ver películas o escuchar música en Inglés, buscar apoyos pedagógicos u opciones educativas externas, etc.
Es altamente deseable que el próximo SIMCE de Inglés, nos encuentre en un mejor pie y que cada uno de los actores involucrados cumpla con su libreto; sólo así estaremos dando debida respuesta a una mejor calidad de la educación que la sociedad y nuestros alumnos reclaman y merecen.
“Si todos hacemos un poco, realmente podremos hacer mucho”.
