Un emotivo peregrinar, con grandes muestras de cariño, para acompañar al alcalde de Coquimbo Oscar Pereira Tapia en su último recorrido por las calles de la comuna, realizaron las cerca de 20 mil personas, que emocionadas y aun tristes por la partida del edil, se agolparon por la principal arteria porteña, para dar el último adiós a quien ya consideran como “el alcalde del pueblo”.
El cortejo fúnebre que llevaba los restos del jefe comunal, fallecido la madrugada del viernes 06 de abril, salió entre aplausos, agradecimientos y pañuelos blancos, pasadas las 14:30 horas desde el Estadio Mundialista Francisco Sánchez Rumoroso, recinto deportivo en el que Monseñor Bernardino Piñera, ex arzobispo de La Serena, ofició la santa misa ante más de 3 mil personas, para orar por el descanso eterno del alcalde Oscar Pereira Tapia
Tras el oficio religioso, representantes de organizaciones sociales y comunitarias, autoridades regionales, parlamentarios de la zona y familiares del edil, tomaron la palabra para reconocer y destacar las cualidades humanas del paramédico que sin buscarlo llegó a convertirse en alcalde, y el trabajo incasable que desde el municipio realizó por su querido Coquimbo, durante los 6 años que dirigió la comuna porteña.
En nombre del Municipio Jorge Díaz Torrejón Alcalde (s) destacó que el edil “fue un hombre generoso, integro, consecuente y honesto con sus convicciones, capaz de respetar a sus equipos de trabajo. Muchos de los proyectos que están en construcción en Coquimbo son parte de las ideas que él recogió en reuniones con organizaciones sociales, en salidas a terreno, en conversaciones informales o programadas”, expresó Díaz. “Este nuevo Coquimbo no se construyó desde la autoridad, sino que desde el ejercicio de la participación ciudadana”.
Su hijo Marcelo Pereira, junto con agradecer las muestras de cariño que se multiplicaron desde el día viernes en que se supo la noticia del fallecimiento de su padre, recordó que desde su profesión de médico acompañó al edil en su batalla contra el cáncer gástrico, “vivió su dolor en silencio, sin dar muestras de debilidad. Su permanente sonrisa y buen humor, no demostraba lo que el vivía por dentro; no quería perder un segundo de vida por seguir luchando por su Coquimbo querido”, expresó emocionado.
Pereira señaló que su padre deja una huella muy profunda en la historia de Coquimbo, un sello que estará por siempre por muchas generaciones. … “Coquimbo no está cambiando, Coquimbo cambió para siempre gracias a tu administración, enfatizó, “Me comprometo tal como lo conversamos, que tu sello, el sello Pereira, se mantendrá vivo por siempre”, aseveró.
Tras los discursos, el féretro del edil fue montado sobre la carroza que recorrió la pista atlética del Estadio Sánchez Rumoroso, obra emblemática de su gestión y que tantas alegrías entregó a la comunidad.
En su recorrido, las organizaciones folclóricas de la comuna le dieron su último adiós, así también lo hizo la barra “Al hueso pirata” del club de sus amores Coquimbo Unido, quienes con cánticos agradecieron el apoyo y la gestión del edil.
La carroza fúnebre salió desde el recinto deportivo con el himno “De Coquimbo Soy”, interpretado por “Los Viking’s 5”, para luego emprender el rumbo hasta su última morada: El Cementerio Municipal de Coquimbo, lugar donde ya descansan sus restos, tal como fue su voluntad antes de morir.