El manejo de plagas es un aspecto fundamental que debe tener en cuenta cualquier agricultor que aspire a tener el mejor rendimiento de la temporada. No obstante, en invierno está presente una serie de plagas inactivas pero altamente dañinas para los cultivos que, si no son detectadas ni tratadas a tiempo, pueden significar el total rechazo de la partida al momento de exportar el material a otros países.
En la provincia del Choapa, dos cultivos de interés, el nogal y los arándanos, requieren especial atención por parte de los agricultores de la zona. Es por ello que el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Intihuasi, realizó talleres para aprender a detectar a tiempo las diversas plagas que puedan afectar a estos incipientes cultivos de la provincia, y de esta manera tomar las medidas de manejo pertinentes.
Para el caso del nogal, el entomólogo del INIA Carlos Quiroz, señala que son cinco las principales plagas que afectan al árbol de la nuez. Entre ellas encontramos las Escamas de San José y Morada, ambas pertenecientes a un grupo de insectos chupadores de sabia y nutrientes que debilitan al árbol, y cubren la superficie vegetal con lo cual inhiben la producción de fotosíntesis afectando directamente al crecimiento y desarrollo del fruto.
Otra plaga que destaca en nogales son las Arañitas Roja Europea y la Bimaculada, las cuales gracias a un aparato bucal raspador, realizan un macerado foliar el cual luego succionan, destruyendo las células de la epidermis de la hoja. Esta oxidación afecta directamente al proceso de fotosíntesis, lo que desencadena en un debilitamiento de la planta, con frutos más chicos y de mala calidad.
Además, Quiroz señala que el año pasado apareció una nueva especie que afecta a los nogales de la provincia del Choapa, la Chromaphis juglandicola. Este pulgón alertó a los agricultores quienes empezaron a aplicar plaguicida, matando a los enemigos naturales, situación que produjo un círculo vicioso, dejando al agricultor cada vez más encadenado a usar insecticida. “Entonces la idea de tener estos monitoreos es que nos permitan determinar cuándo efectivamente es necesario tomar medidas de control, con la recomendación de que en invierno se apliquen aceites miscibles de uso agrícola, que actúen produciendo una capa sobre las plagas, de manera tal que les impida respirar, produciéndose una asfixia” detalló el investigador.
Arándanos en el Choapa
Esta baya, número uno por su capacidad antioxidante, posee atractivas propiedades nutritivas y benéficas para la salud. En la provincia del Choapa los cultivos registrados en 2005 llegaban a las 36,56 hectáreas, mientras que para 2011 la superficie ascendió a 331,7 hectáreas, de acuerdo al Catastro Frutícola 2011 del Centro de Información de Recursos Naturales, CIREN, del Ministerio de Agricultura.
Frente a esta considerable alza, el panorama regional se tuvo que ajustar a las exigencias establecidas por el comercio internacional del arándano en cuanto a la ausencia de plagas cuarentenarias que puedan afectar las exportaciones.
De acuerdo a lo constatado por la entomóloga del INIA Intihuasi, Patricia Larraín, las principales plagas cuarentenarias que afectan a los cultivos de arándanos en la provincia de Choapa son la polilla enrolladora Proeulia auraria, la larva masticadora cuya larva daña y penetra el fruto, y el chanchito blanco de la vid, Pseudococcus viburni.
Larraín explica que la gravedad de las plagas cuarentenarias es tal que “si encuentran un chanchito o una larva de Proeulia en un arándano durante las inspecciones obligatorias que hace el Servicio Agrícola Ganadero, SAG, junto a USDA y ASOEX se rechaza toda la partida y no se puede exportar”. Es por ello que es necesario un programa de manejo integrado de estos insectos, basado en una buena identificación de las plagas principales, un sistema de monitoreo representativo y la utilización de estrategias de control más efectivas. Así se podrá tener el conocimiento de cuándo se debe aplicar. “El monitoreo les va a dar la posibilidad de realizar oportunamente las aplicaciones y no aplicar de más ni aplicar de menos, de este modo apuntar a la racionalidad en los métodos de control y no perder dinero” por exceso o falta de insecticidas detalló Larraín.
Otros problemas recurrentes que afectan a las producciones de arándanos son la presencia de pulgones al inicio de primavera, las larvas de pololos verdes y café en el suelo, cuncunillas y algunos focos de arañitas en sus plantas. Así también, otra plaga que escapa a la entomología son las aves, en donde los agricultores pueden llegar a perder más del 10% de su fruta cercano a la cosecha. Y es más, en la temporada pasada un pequeño agricultor sufrió los embates de esta plaga avícola, perdiendo el 100% de su cultivo de arándanos.
Pie de foto: Investigadora Patricia Larraín en campo de arándanos en Choapa.