Como un aprendizaje mutuo califican investigadores y pescadores artesanales el principal logro de los tres años de trabajo conjunto, en el marco del proyecto “Tecnologías de cultivo de piure asociado a áreas de manejo y explotación de recursos bentónicos: producto para venta directa o para el mejoramiento de producción y rendimientos del loco”.
La propuesta, aprobada en el concurso Hacia una Acuicultura de Nivel Mundial (HUAM) FONDEF 2008, es liderada por el Dr. Wolfgang Stotz, académico del Departamento de Biología Marina de la Universidad Católica del Norte.
Junto a su equipo de profesionales y técnicos del Grupo Ecología y Manejo de Recursos, y en estrecha colaboración con los buzos y pescadores artesanales de las caletas de Guayacán, Totoral y Peñuelas, ubicadas en la región de Coquimbo, el Dr. Stotz se propuso tres grandes objetivos en el marco de esta iniciativa: Generar una tecnología de cultivo para el ciclo completo del piure ( Pyura chilensis), generar la tecnología para utilizar los piures como alimento para locos en aéreas de manejo y explotación de recursos bentónicos (AMERB), y transferir e implementar las tecnologías desarrolladas en las AMERB de la Zona Norte.
En el marco del cierre del proyecto, efectuado esta semana (6/8) en la UCN, pescadores e investigadores se reunieron para hacer un balance de los principales logros y desafíos. En la oportunidad, Wolfgang Stotz valoró especialmente la disposición de los representantes de las caletas para “ponerse delantal y trabajar en el laboratorio, igual que nosotros. Allí obtuvieron gametos (de piures) y fertilizaron los huevos. Luego se hizo lo mismo en las caletas, es decir, se puede hacer con poco equipamiento”, señaló, resaltando la experiencia en relación a la engorda del recurso, aportada por los pescadores de Guayacán, que incursionaron con éxito en el cultivo del piure. Esto fue, a la vez, replicado por primera vez en Peñuelas, donde ya lograron su primera cosecha.
Y si bien los intentos de cultivo suspendido del piure no funcionaron en Totoral no funcionaron – posiblemente por la existencia de aguas claras, vale decir, con poco alimento – el desafío allí es ahora repoblar el fondo con piure, usando la semilla que han aprendido a producir.
Precisamente para aprovechar lo aprendido y seguir produciendo piure, el equipo de investigadores de la UCN armó un equipo básico, que incluye estanques, motobomba y lupa, y que será entregado en comodato por tiempo indefinido a los pescadores y buzos, de modo que puedan seguir trabajando por su cuenta en sus respectivas caletas.
El repoblamiento solo progresará si los propios buzos y pescadores lo desarrollan, apoyados por nuestra investigación y el financiamiento del gobierno. Para que todo esto rinda sus frutos, se necesita que todos “empujemos el bote”.
Impresiones
Pascual Aguilera, presidente de la Asociación Gremial de Pescadores de Caleta Guayacán:
“Partimos haciendo cultivo en área de manejo, simplemente por la necesidad de generar trabajo e ingresos adicionales a la pesca para nuestros asociados. Decidimos empezar a experimentar con el piure, veíamos que en los fondeos con los botes se pegaba el piure, entonces decidimos hacerlo de una manera más organizada”.
Optaron por este recurso, por su alta demanda en el mercado asiático y la aún insuficiente producción necesaria para incursionar en la exportación del mismo.
El dirigente califica la alianza con la Universidad Católica del Norte como de beneficio mutuo, aportando los pescadores su vasta experiencia y los investigadores los conocimientos científicos y aplicados. “Pretendemos seguir avanzando en este tema, además somos vecinos, podemos iniciar nuevos proyectos con otros recursos, hacer crecer nuestras aéreas de manejo”, apunta Aguilera.
Rafael Guzmán, presidente de la Asociación Gremial de Pescadores y Buzos de Peñuelas: “La relación con los investigadores (de la UCN) fue buena, porque nos enseñaron sobre el proyecto piure, vimos como se manejaba el cultivo”. Reconoce que en un principio, temieron que esta innovación pudiese afectar negativamente su producción de machas, situación que será evitada dedicando sólo 10 hectáreas al piure, del total de las áreas de manejo existentes en la caleta de Peñuelas. “Ya comenzamos con una línea de piure y ahora, con el nuevo equipamiento, vamos a habilitar otras 5 a 10 líneas”, adelanta Guzmán, añadiendo que en esta tarea contarán con la experiencia que ya ha adelantado la caleta Guayacán.
Juan Carlos Tello, presidente del Sindicato de Trabajadores Independientes de Buzos y Pescadores Artesanales de la localidad de Totoral, reconoce que, si bien no alcanzaron los mismos resultados que sus pares de Guayacán y Peñuelas, “se aprendió bastante del trabajo científico, que antes no sabíamos”, aludiendo a las jornadas desarrolladas en los laboratorios de la UCN, donde conocieron la forma de producción del piure, su manejo en la etapa larval, el cultivo de línea y otros aspectos. “No tenemos que bajar los brazos. Tenemos que hacer un repoblamiento en el fondo, eso no sea experimentado acá, y para allá apunta el proyecto”, concluye Tello con entusiasmo.