Los astrónomos han utilizado tres telescopios de los observatorios de ESO, en Chile, para observar el planeta enano Makemake al cruzar por delante de una estrella distante, bloqueando su luz. Por primera vez, gracias a las nuevas observaciones, han podido comprobar si Makemake está rodeado por una atmósfera o no.
Este mundo gélido orbita en las partes más externas del Sistema Solar y se suponía que podría tener una atmósfera similar a la de Plutón, pero este no parece ser el caso. Los científicos también midieron por primera vez la densidad de Makemake. Los nuevos resultados se publican el 22 de noviembre en la revista Nature.
El planeta enano Makemake tiene dos tercios del tamaño de Plutón y viaja alrededor del Sol a una órbita distante que se encuentra más allá de la de Plutón, pero más cerca del Sol que Eris, el planeta enano más masivo conocido en el Sistema Solar (eso1142). Observaciones previas del gélido Makemake mostraron que era similar a sus colegas planetas enanos, llevando a algunos astrónomos a esperar que su atmósfera, de haberla, sería similar a la de Plutón. Sin embargo, el nuevo estudio ahora muestra que, al igual que Eris, Makemake no está rodeado por una atmósfera significativa.
El equipo, liderado por José Luis Ortiz, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC, España), combinó múltiples observaciones utilizando tres telescopios de los observatorios Paranal y La Silla, de ESO, en Chile — el VLT (Very Large Telescope), el NTT (New Technology Telescope), y el TRAPPIST (TRAnsiting Planets and PlanetesImals Small Telescope) — junto con datos de otros telescopios más pequeños ubicados en el sur del continente americano, observando el paso de Makemake por delante de una estrella distante.
“Cuando Makemake pasó frente a la estrella, bloqueando su luz, en lugar de apagarse y volver a brillar de forma gradual, la estrella desapareció y reapareció de forma muy brusca. Esto significa que el pequeño paneta enano no tiene una atmósfera significativa”, afirma José Luis Ortiz. “Se pensaba que Makemake podría haber desarrollado una atmósfera — que no haya pruebas de que la tiene nos demuestra lo mucho que aún nos queda por aprender de este misterioso tipo de objetos. Descubrir, por primera vez, algunas de las propiedades de Makemake es un gran paso adelante en nuestro estudio del selecto club de los planetas enanos helados”.
El hecho de que Makemake no tenga lunas, y la gran distancia que lo separa de nosotros, hacen que sea difícil de estudiar, y lo poco que sabemos sobre este cuerpo es solo una aproximación. Las nuevas observaciones del equipo arrojan luz sobre nuestra visión de Makemake al determinar su tamaño con mayor precisión, limitar las opciones sobre una posible atmósfera y al estimar, por primera vez, la densidad del planeta enano. También han permitido a los astrónomos medir cuánta luz del Sol refleja la superficie de Makemake — su albedo. El albedo de Makemake, de un 0,77, es comparable con el de la nieve sucia, mayor que el de Plutón, pero menor al de Eris.
Fue posible observar a Makemake con tanto detalle sólo porque pasaba frente a una estrella — un evento conocido como ocultación estelar. Estas oportunidades excepcionales han permitido a los astrónomos obtener, por primera vez, mucha información sobre la, a veces, tenue y delicada atmósfera que hay alrededor de estos lejanos, pero importantes, miembros del Sistema Solar, proporcionando información muy precisa sobre otras de sus propiedades.
Las ocultaciones son especialmente inusuales en el caso de Makemake, ya que se mueve en un área del cielo que cuenta, relativamente, con pocas estrellas. Predecir y detectar con precisión estos excepcionales acontecimientos es extremadamente complicado y la exitosa observación llevada a cabo por un equipo coordinado, repartido por varios lugares del sur de América, hace aún más valioso este logro.
“Plutón, Eris y Makemake son solo unos pocos ejemplos de los numerosos objetos helados que orbitan lejos del Sol”, afirma José Luis Ortiz. “Nuestras nuevas observaciones han impulsado en gran medida nuestro conocimiento de uno de estos objetos de mayor tamaño, Makemake — podremos usar esta información para explorar estos intrigantes objetos en esta región alejada del espacio”.