Por primera vez en la región, Gendarmería de Chile y el Ministerio de Desarrollo Social implementarán durante dos años, el programa “Abriendo Caminos”. Se trata de una iniciativa dirigida a apoyar a niños y niñas de familias donde hay situaciones de separación forzosa como consecuencia del cumplimiento de condena de alguno de sus integrantes, y que beneficiará a 78 familias de Coquimbo y La Serena. Los encargados de llevar a la práctica este inédito proyecto en la región serán la corporación Sedej (Servicios para el Desarrollo de los Jóvenes), y la Ilustre Municipalidad de La Serena, quienes a través de tutores y consejeros, trabajarán con las familias de los condenados seleccionados para el programa.
“El objetivo es poder generar el bienestar y desarrollo del niño a pesar de los privado de libertad de sus padres. Ellos son más vulnerables al estar privados de la protección, del cariño de las personas que más los quieren”, explica la coordinadora del programa por parte de la Municipalidad, Priscilla González.
Por ello, la intervención considera 9 meses de visitas a los niños por parte de los tutores y consejeros, al menos, una vez a la semana, y un equipo de apoyo conformado por una dupla sicosocial- es decir un trabajador social y un sicólogo- además de un sicopedagogo, que operará de la mano de los menores. Y pese a que el trabajo estará en su totalidad enfocado en los niños, también se consideran intervenciones con los penados. Aquí aparecen las visitas protegidas, que buscan fortalecer los vínculos entre los menores y los privados de libertad, y las consejerías grupales, o reuniones entre penados, siempre que sean beneficiosas para los más pequeños.
“Esto es para hacer un poco más amigable el ambiente para cuando los papás vuelvan a la casa y ellos puedan como familia contener esta separación que tienen por distintas circunstancias de la vida”, señala la coordinadora regional del área social del Ministerio de Desarrollo Social en la zona, Rocío Astudillo.
Aunque desde Gendarmería, confían en que iniciativas como esta sirvan también para motivar a los padres. “Estos programas sirven para mejorar la unión con la familia, siempre con la visión de que los internos se puedan volver a reinsertar y volver a vincularse con la sociedad. Este tipo de programas va haciendo un proceso de integración progresiva”, asegura el Alcaide del Complejo Penitenciario de La Serena, coronel Jorge Reyes.
En total, más de 130 niños entre La Serena y Coquimbo, que serán intervenidos mediante un programa en el cual se invirtieron más de $100 millones. Pero el trabajo conjunto entre Gendarmería y el Ministerio de Desarrollo Social va más allá. “También estamos haciendo convenios a nivel nacional donde estamos entregando recursos para las mujeres que están embarazadas dentro del recinto penitenciario, y también para los niños que viven con sus mamás hasta los dos años”, indicó Rocío Astudillo.
