Una inédita propuesta para proteger el Borde Costero de la comuna de La Higuera presentó Dominga, proyecto minero de capitales chilenos, que actualmente tramita su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para la construcción de una mina de hierro y cobre en esta tradicional zona minera-portuaria.
“Dominga apoya la creación de un Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos, porque valoramos y reconocemos la riqueza y particularidades del Borde Costero de la comuna de La Higuera y queremos proteger su flora y fauna, tanto marina como costera”, manifestó Iván Garrido, gerente general de Dominga.
”Uno de los ejes fundamentales de nuestra propuesta es el cuidado de la riqueza del Borde Costero”, precisó.
Las medidas orientadas a proteger el Borde Costero se enmarcan en un inédito plan de sustentabilidad de Dominga, que no sólo considera medidas de mitigación y compensación, sino que incluye en el diseño del Proyecto las observaciones y sugerencias recogidas en la comunidad durante los últimos tres años. Su objetivo es potenciar, en conjunto con los habitantes de la Comuna, el desarrollo económico, social, turístico, cultural y ambiental de La Higuera y la Región de Coquimbo.
“Nuestra propuesta de sustentabilidad aspira a que los habitantes de la Comuna y la Región y sus actividades productivas, como la pesca artesanal, el turismo, la agricultura y la ganadería, entre otras, estén más desarrolladas una vez que el recurso mineral se termine”, sostuvo Garrido.
Para concretar este desafío, desde principios de 2011, Dominga comenzó un proceso de diálogo con actores locales y regionales para conocerlos, aprender de ellos, atender sus inquietudes e informarles sobre los avances del Proyecto. También, inició un intenso trabajo con destacadas organizaciones científicas regionales, nacionales e internacionales.
Estos antecedentes le permitieron configurar un ordenamiento territorial geográfico y social, basado en el paisaje y la historia de La Higuera, que reconoce dos zonas. La primera es “La Higuera Interior” o “Zona Minera”, que comprende el distrito donde se desarrollaron los yacimientos de La Higuera y El Tofo, y donde se insertará las operaciones de Dominga.
Y, una segunda zona, el “Borde Costero”, tanto marino como continental, que cuenta con características naturales e históricas singulares: riqueza marina, biodiversidad, pesca artesanal, y el cultivo de olivos en Los Choros, junto a la crianza de ganado caprino. También la presencia de la Reserva Nacional del Pingüino de Humboldt y de la niebla costera o “camanchaca”, similar a la que sustenta al Parque Nacional Fray Jorge.
Medidas para proteger el Borde Costero
En coherencia con el ordenamiento territorial y la sustentabilidad propuesto, Dominga adoptó decisiones clave en su diseño. Para el depósito de relaves espesados, por ejemplo, se evaluaron ocho opciones para su ubicación. Atendiendo a criterios ambientales y al respeto a las características del Borde Costero, se determinó que debía situarse aguas arriba del yacimiento, a 40 kilómetros de las áreas protegidas, pese a que significa un costo adicional de US$250 millones para la empresa.
Para la construcción del terminal de embarque, que se instalará en Totoralillo Norte, no se dragará el fondo marino y no se interpondrá con las áreas de manejo de la pesca artesanal. Definiciones que aumentaron su inversión en US$50 millones. Además, se propusieron rutas especiales de acercamiento de los barcos, para evitar el contacto con cetáceos e interferir sobre el normal desplazamiento de la fauna marina.
Para velar por la integridad de las comunidades marinas, la planta desalinizadora que construirá Dominga para usar sólo agua de mar en sus procesos, captará el agua por gravedad, no por succión. La base del recipiente de captación estará a 750 m de la costa y a 20 m de profundidad, donde la vida marina es significativamente menor. Esta planta, además, permitirá duplicará la actual disponibilidad de agua para consumo humano en la Comuna.
Buscando revertir el proceso de desertificación del Borde Costero, Dominga ya trabaja en la instalación de una red de atrapanieblas, que captará el agua contenida en la camanchaca, infiltrarla en el suelo y lograr que la flora nativa vuelva a crecer. La camanchaca está presente de manera sistemática y es el mismo fenómeno climático que sustenta el Parque Nacional Reserva San Jorge.
“Dominga se ha propuesto recuperar una vegetación que se perdió en la zona hace 150 años, que una vez que crezca servirá como atrapanieblas natural”, comentó Garrido.