La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reportado al 22 de Octubre del presente que la cifra de fallecidos por virus ébola alcanza casi cinco mil personas, y los casos de la enfermedad se acercan a 10 mil en África del oeste desde el inicio de la epidemia, estimándose que el número de contagios seguiría en aumento.
El ébola es una enfermedad infecciosa viral aguda que produce fiebre hemorrágica en humanos y primates (monos, gorilas y chimpancés). La infección por virus de ébola se presenta en el ser humano con fiebre, dolores musculares, vómitos, diarreas, hemorragias y destrucción de los tejidos internos; causando en una persona un agotamiento físico extremo, la deshidratación y la muerte. Por lo general, la prevalencia del ébola es difícil de determinar, porque puede manifestarse en forma de brotes o epidemia, cuya alta tasa de letalidad oscila entre el 40% y el 95% de los afectados.
Actualmente se considera que las personas en riesgo de contraer esta enfermedad son aquellas con antecedentes de viajes a África central u occidental, cerca de la selva tropical; así como las personas que cuidan a los pacientes con ébola y los trabajadores que se encuentran en contacto con primates infectados de origen africano.
Sobre este escenario ¿Estaríamos listos en Chile en caso de recibir una persona infectada con esta fiebre hemorrágica?
La Dra. Muriel Ramírez Santana, Presidenta de la Sociedad Chilena de Epidemiología (SOCHEPI) y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte, comenta que la probabilidad de un brote de ébola en el país es baja. Sin embargo, se podrían recibir casos importados desde alguno de los países africanos afectados.
La especialista manifiesta que para que aparezcan casos autóctonos de ébola tendría que entrar alguna persona en período de incubación del virus, que oscila entre dos a 21 días; o con síntomas y que pudieran contagiar a residentes locales. De esto se desprende “la importancia de la alerta para poder reconocer a personas provenientes de los países infectados con antelación, con tal de evaluarlos y controlarlos de manera adecuada y oportuna, y si el caso lo amerita, aislarlo oportunamente con el fin de evitar contagios”, dice Ramírez.
Medidas de protección
La Dra. Ramírez considera que en Chile sí estamos preparados para atender posibles casos de ébola en hospitales que tengan las condiciones necesarias, que son celdas de aislamiento en Unidades de tipo Tratamiento Intensivo o Intermedio (UTI – UCI), personal capacitado para manejar pacientes en aislamiento y elementos de protección personal apropiados (máscaras, oberoles, guantes largos y gafas de seguridad). Es de importancia la capacitación en las formas de manipulación de los pacientes, lo que se debe y no se debe hacer para evitar el contacto directo con secreciones de los sospechosos de portar el virus.
La especialista en epidemiología expresa que en Santiago, donde se encuentra el punto de entrada de vuelos internacionales provenientes de África, Europa y EEUU; el Ministerio de Salud y la Autoridad Sanitaria de la Región Metropolitana han comenzado a tomar medidas preventivas y de preparación de emergencia. Lo mismo debiera establecerse en puertos de entrada de barcos internacionales. El MINSAL ha establecido ya Hospitales de referencia de casos sospechosos: Hospitales Regional de Antofagasta, Temuco y Punta Arenas, Hospital Naval de Viña del Mar, Hospital Militar y Hospital Lucio Córdova de Santiago.
“Se ha diseñado un protocolo para identificar a las personas provenientes de los países africanos afectados. La primera evaluación sería a través de una encuesta que permite clasificarlos en contactos de bajo o de alto riesgo, para luego establecer un seguimiento de ellos durante al menos 21 días después de haber salido del país de origen o de haber tenido contacto con algún paciente con ébola”, señala.
Consultada sobre en qué consistiría este seguimiento la Dra. Muriel Ramírez comenta que sería una toma de temperatura periódica (una o más veces al día) y evaluación clínica con toma de muestra para diagnóstico de laboratorio, según lo amerite el caso; todo ello en aislamiento y bajo cuidados de personas entrenado y que cuente con medidas estándar de protección. Las muestras serían preparadas en el Laboratorio Nacional de Referencia del Instituto de Salud Pública en Santiago, embaladas con nivel de seguridad tipo 4 y enviadas al CDC-Canadá (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades) para su procesamiento. El contacto ya está realizado con dicho laboratorio, de manera de tener resultados en 48 horas.
Es importante que la población general esté tranquila, que el riesgo de contagio es muy bajo y que interesa que personas que vengan de los países afectados (Guinea, Liberia, Sierra Leona) deben contactar o reportar responsablemente a la autoridad sanitaria (o unidad de emergencia) que corresponda su situación, en caso de no haber sido identificados a su ingreso al país.