Un final de infarto se vivió en el estadio Nacional. Cuando todo parecía que se definía en un partido final entre albos y azules, una falta penal a los 88 minutos le permitió a la Universidad de Chile quedarse con el título.
Fue Gustavo Canales quien desde los doce pasos le entregó la estrella número 17 a la escuadra de Martín Lasarte, luego que el juez del encuentro no dudara en cobrar una mano en el área calerana. Tras la conquista la explosión de júbilo de la hinchada que minutos después se enteraba además del triunfo parcial de Santiago Wanderers sobre Colo Colo.
Desde el inicio del partido se vio un equipo azul concentrado en su objetivo: ganar a Unión La Calera. Pero no fue fácil porque los nervios, la ansiedad y la gran actuación del arquero Lucas Giovini no le permitían a los universitarios ponerse en ventaja, incluso en más de una ocasión fueron los visitantes quienes estuvieron cerca de poner la sorpresa en Ñuñoa pero la impericia de sus delanteros y un par de atajadas de Herrera lo impidieron.
Con el pitazo final en Ñuños y luego en Playa Ancha – donde los caturros derrotaron finalmente por 2-0 a Colo Colo – los abrazos y llanto de jugadores y cuerpo técnico que veían como tras sufrir durante las últimas fechas conseguían la décimo séptima estrella para la Universidad de Chile en un final de campeonato emotiva y de las más espectaculares de los últimos años.
FUENTE: CDF
