En la Plaza “San Juan Pablo II”, el Arzobispo de La Serena, Monseñor René Rebolledo, entregó su mensaje de Navidad a los fieles de la Iglesia Católica de las provincias de Elqui y Limarí, como también a hombres y mujeres de buena voluntad.
En la proximidad de la gran solemnidad de la Natividad del Señor, el Arzobispo de La Serena sostuvo un encuentro con los medios de comunicación, manifestando que: “Se acerca la Noche Buena, la que celebraremos en nuestro Templo Catedral el miércoles 24, a las 20:00 horas. Lo propio, y en diversos horarios, harán las parroquias y comunidades de nuestra Arquidiócesis, en las ciudades y en sus numerosos pueblos, más de 480”.
Agregó el arzobispo de La Serena que “hemos vivido gran parte del Tiempo de Adviento, restan horas para finalizarlo. Estas semanas nos han ayudado, sin duda, a prepararnos como es debido, para oír con gozo el gran anuncio, que año a año renueva nuestra esperanza: “Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lc 2, 11).
En su mensaje de Navidad, Monseñor Rebolledo señaló que “en nuestro Templo Catedral, en los lugares de culto de nuestra Arquidiócesis, como también en cada una de nuestras familias, contemplaremos profundamente agradecidos que Dios siempre responde a las esperanzas de su pueblo. En Navidad celebramos, con gozo y agradecimiento, el cumplimiento de la mayor de sus promesas, el envío de su Hijo al mundo, Cristo el Señor, que nos trae el amor, la paz y la salvación”.
En lo central de su mensaje, el Pastor de la Iglesia de La Serena resaltó que “Dios nos concede experimentar el hoy del evangelio, como el hoy, que también es nuestro. Una vez más el Señor Jesús viene al mundo en la noche santa, que estamos prontos a vivir. Su presencia entre nosotros es el mayor motivo de alegría, que da sentido a nuestra preparación, a las plegarias, también a los saludos, dones y otras manifestaciones, propias de una gran tradición”.
“Hoy, como en la noche de Belén, Jesús nace para encontrarse con el hombre. ¡Él es la plenitud de la cual todos participamos!, ¡Él nos abre al sentido de eternidad inscrito en nuestro corazón. ¡Él es verdaderamente el gozo que jamás se extingue! Él viene para señalarnos con claridad total las opciones más genuinas asumidas en su encarnación, los pobres, los indefensos, los desheredados. Nuestros hermanos que sufren, en el cuerpo o en el espíritu”, manifestó Monseñor René Rebolledo.
Finalmente se dirigió de modo especial a los fieles de la Arquidiócesis. “A todos mis hermanos en la Arquidiócesis, junto con saludarlos y desearles feliz y santa Navidad, los invito a que nos acerquemos con confianza al Pesebre y contemplemos en el Niño de Belén a quienes, entre nosotros, están sufriendo. Confiémosle a Él de un modo muy especial a los hermanos que están padeciendo las consecuencias de la larga sequía que azota los valles de nuestra región. Procuremos también que esta Navidad sea una ocasión propicia para un gesto de amor y paz, cercanía y solidaridad, diálogo y escucha”.
Al concluir su mensaje, Monseñor René Rebolledo recordó que “el encuentro con el Señor colmará los anhelos de nuestro corazón. Él nos dará la plenitud que nos ha prometido y que estamos llamados a buscar a lo largo de nuestra vida”.