Las grandes concentraciones de polvo en suspensión y la presencia de turbiedad en el agua potable, constituyen factores de riesgo para la salud de la población, según explicó la Dra. Muriel Ramírez, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte (UCN), quien se refirió a la situación de emergencia que enfrentan las comunas afectadas por el mal tiempo.
La profesional, quien es además presidenta de la Sociedad Chilena de Epidemiología, resaltó que es necesario tomar precauciones en torno a los problemas generados por las fuertes precipitaciones que afectaron a la zona norte, y entregó una serie de recomendaciones para que las personas puedan proteger su salud.
En este sentido, llamó a tener precaución con la gran cantidad de polvo que se produce al secarse el barro acumulado producto de las lluvias. “Este polvo puede afectar a grupos de riesgo como adultos mayores, población infantil y personas con enfermedades respiratorias y crónicas”.
Para prevenir complicaciones, recomendó en lo posible evitar inhalaciones, mantener las ventanas cerradas, utilizar mascarillas y usar anteojos como protección contra las irritaciones oculares.
Especial cuidado, dijo, se debe tener con los niños, en particular con aquellos que presentan situaciones de alergia o resfrío. También llamó a evitar que los escolares realicen clases de Educación Física en las áreas afectadas.
En cuanto al retiro y la limpieza del polvo, la Dra. Ramírez explicó que esta labor se debe hacer de preferencia con un paño húmedo, y en lo posible recomendó no barrer, para evitar el levantar partículas.
AGUA
Otro problema que habitualmente provocan las fuertes precipitaciones en el norte de Chile está relacionado con la turbiedad del agua, debido a la contaminación de las áreas de captación y filtraciones de los ductos de transporte de este recurso, entre otros factores.
Ante ese escenario, la académica recomendó evitar el consumo directo del vital elemento desde la llave. “Lo que se debe hacer es hervir y luego decantar el agua, para que así quede apta para su uso”, enfatizó.
La utilización de agua envasada también es una buena opción, pero esta tiene una limitante de tipo económica que no permite que todos tengan acceso a este tipo de solución, resaltó.
La especialista aclaró que, en el caso del agua de la ducha, aunque se encuentre turbia y contaminada con metales, la piel no absorbe estos elementos.