Un nuevo paso dio este miércoles la Ley de Fomento al Reciclaje y de Responsabilidad Extendida del Productor, que fue aprobada en particular en forma unánime por la Cámara de Diputados. Entre otras materias fijará metas de recolección y valorización a los fabricantes e importadores de nueve productos prioritarios: aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos; diarios, periódicos y revistas; envases y embalajes, medicamentos, neumáticos, pilas y baterías, plaguicidas caducados y vehículos.
Los parlamentarios que intervinieron en la sesión destacaron que el proyecto pone a Chile en sintonía con lo que están haciendo otros países en materia de desarrollo sustentable, y que el establecer que los productores sean responsables del fin de la vida útil de sus productos los desincentiva a generar bienes de corta vida útil.
El ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, destacó que la Ley de Fomento al Reciclaje “es una política pública propia de países inteligentes, que son capaces de ver en los residuos materias primas, industria y generación de mano de obra importante”.
La ley de Fomento al Reciclaje, busca lograr que cada fabricante o importador de productos “prioritarios” se haga responsable de los residuos al final de la cadena de uso de su producto.
La iniciativa contempla la incorporación de los llamados “gestores de residuos”. “Es una característica inclusiva de nuestro proyecto, que 60 mil recicladores de base sean parte del sistema”, afirmó el ministro Pablo Badenier. El objetivo es que se transformen en “profesionales del reciclaje”. Los municipios también están incorporados como un actor relevante en el proyecto de ley.
En ese sentido, la Seremi del Medio Ambiente de la Región de Coquimbo, Verónica Pinto, explica que con el fin de potenciar la red de trabajo con los recicladores, se está elaborando un catastro regional de recicladores para así fortalecer su actividad.
En Chile se generan casi 17 millones de toneladas de residuos sólidos al año —de las cuales 6,5 millones son domiciliarios—, una de las tasas más altas de Latinoamérica. En la región ningún país supera el 15% de material reciclado, y en Chile esta cifra bordea apenas el 10%.
