En el contexto de la conmemoración del Día Mundial de la Meningitis, el próximo 24 de abril, queremos crear conciencia en la comunidad, abordando en medios de comunicación esta enfermedad invasiva grave y endémica en Chile, cuya letalidad va entre el 10 y el 20%.
La vacunación temprana es el pilar fundamental y principal para prevenir la aparición de esta y otras enfermedades. Sin embargo, últimamente se ha impuesto una especie de “moda” entre los padres de no vacunar a los hijos, inspirada en la creencia de estilos de vida naturalistas, que rechazan los productos de la industria farmacéutica como gesto de militancia. Países desarrollados como España, Francia y Estados Unidos han visto como en pleno siglo XXI han vuelto areproducir brotes de patología casi erradicadas como sarampión y rubeola por esta causa.
Es relevante que las autoridades sanitarias refuercen el mensaje a los padres respecto la importancia de vacunar oportunamente a sus hijos, evitando la reaparición de patologías ya erradicadas o en vías de estarlo. Gran parte de este fenómeno se explica porque las nuevas generaciones no conocen la poliomelitis o el sarampión que incluso provocaba la muerte. Así, queda en la percepción: ¿para qué vacunar si este problema no existe? Pero cuando se baja la guardia de cobertura estas enfermedades vuelven a emerger.
En el caso de las enfermedades meningocócicas, la situación de hacinamiento en los albergues tras la tragedia en Atacama, es un foco de alto riesgo para la población, principalmente en los menores de 1 año.
– La bacteria que causa esta última vive en la garganta de las personas y se llama Neisseria meningitidis (NM). Se transmite vía oral y su espectro clínico va desde infecciones no invasivas, simulando un resfrío, hasta la muerte del paciente.
– El 15% de los sobrevivientes de la enfermedad meningocócica puede presentar discapacidades a largo plazo, como pérdida de una o más extremidades, sordera, problemas del sistema nervioso o daño cerebral con discapacidad de aprendizaje.
– En los neonatos, el meningococo que más los afecta entre los 02 a los 12 meses (donde reciben su primera y única vacuna contra las cepas A, C, W e Y), es el Streptococcus grupo B. Este serogrupo que entre de 2007 a 2012 tuvo una baja versus el aumento de casos con W135, en 2013 a 2014 recobró fuerzas marcando un aumento de casos, afectando principalmente a lactantes.
– Desarrollar políticas de vacunación temprana a partir de los 2 meses de vida –como se está dando en Reino Unido incorporando la vacuna Bexsero contra la cepa B-, a través del programa de inmunización NHS, es un paso relevante para evitar contagios en este grupo, particularmente vulnerable debido a que sus sistemas inmunológicos aún no se han desarrollado del todo.
– A nivel regional, nuestros países vecinos ya están tomando medidas;, en marzo de 2015, el Ministerio de Salud de Argentina incluyó un decreto para vacunar contra el meningococo para menores de 12 meses y probablemente en septiembre esto pase a ser parte del Plan del calendario Vacunación.
– Expertos alertan de la situación en Chile y del impacto en costo de la enfermedad/mortalidad/secuelas por este tipo de enfermedades en el lactante de entre 4 y 12 meses. Grupo que podría beneficiarse con una ampliación del actual esquema de vacunación a otro de dos o tres dosis más refuerzo comenzando a los 2 meses de edad.
– La edad es el factor clave que se relaciona inequívocamente con la susceptibilidad de contraer la enfermedad, con incidencia máxima en el primer año de vida. En neonatos, la protección contra infección meningocócica es transferida por la madre, por eso, en el primer año los anticuerpos disminuyen, mientras lo opuesto ocurre en la edad adulta.