Al igual como ha ocurrido en el pasado, el reciente terremoto del Norte Chico puede afectar la salud mental de los niños y niñas que habitan en la zona afectada por la emergencia. Según datos recopilados en 2010 por Unicef, el 90% de los niños entre 12 y 15 años de las regiones golpeadas por el 27F reconocía experimentar secuelas psicológicas luego del desastre. Alteraciones en el sueño, miedo a estar solo en casa o lejos de sus padres y pesadillas fueron algunos de los síntomas más comunes.
Para minimizar estos efectos, es importante que los familiares de los niños sean capaces de contenerlos. “La familia es el primer espacio para la recuperación de los niños y niñas tras una emergencia como la que está viviendo el Norte Chico”, afirma Rosario Navarro, directora educarchile.cl. Para orientar a las familias, el portal educativo de Fundación Chile y el Mineduc ponen a disposición de la comunidad la guía “Buenas Ideas Post-Emergencia”, elaborada con contenidos aportados por Onemi, el Centro del Buen Trato, El Colegio de Psicólogos y la Sociedad Chile de Psicología de Emergencia.
Este material incluye consejos prácticos sobre el tono adecuado de la comunicación familiar, dinámicas, ejercicios de respiración y relajación, ejemplos de conductas adecuadas e inadecuadas, recomendaciones para conversar con los hijos o los estudiantes y consejos para crear ambientes de contención y autocuidado. La guía puede ser consultada y descargada en www.educarchile.cl/post-emergencia.
Estos son algunos de los consejos para que los padres afronten la emergencia con sus hijos:
- Generar un ambiente de confianza: dejar algunos momentos del día para conversar y escuchar a cada hijo e hija por separado, sin interrumpirlo y mirándolo a los ojos, preguntándole directamente cómo se ha sentido.
- Expresar las emociones: si luego de pasados unos días de la emergencia los niños no cuentan cómo se sienten, se sugiere que los adultos los ayuden para que poco a poco vayan descomprimiendo las emociones negativas que han acumulado luego de esta experiencia traumática. Esto puede ser a través de dibujos, cuentos u otros medios.
- Dar explicaciones apropiadas: los relatos que los adultos dan sobre la catástrofe ocurrida y sus motivos, deben ser adecuadas a la edad de los niños y su capacidad de comprensión. A los más pequeños es recomendable dar explicaciones sencillas con pocos detalles. Además, reiterar el mensaje los ayuda a procesar y entender lo ocurrido.
- Mantener a la familia unida: en ocasiones, las familias creen que es mejor alejar a los niños y niñas de la zona del desastre y los mandan a casas de familiares o amigos. Esta separación tiende a generar mayor inseguridad y angustia. Los niños necesitan estar cerca de sus padres y sentir su apoyo emocional.
- Limitar la exposición a los medios de comunicación: evitar que los niños y niñas vean y escuchen muchas noticias e imágenes sobre la catástrofe, ya que eso puede aumentar su confusión y temor.
Junto a esta guía, educarchile cuenta con otras dos, dirigidas a profesores y equipos directivos de escuelas, además de artículos de orientación y pautas generales para afrontar la situación.