Que les vaya bien en los estudios y en el amor, salud, estar con la familia siempre, y bienestar económico, fueron parte de los deseos que los serenenses y turistas, principalmente argentinos que veranean en la comuna, expresaron en la llegada de un nuevo año en la tradicional Avenida del Mar, donde hermosos colores y figuras de los fuegos artificiales lanzados por el municipio, deleitaron a los miles de asistentes para dar la bienvenida a 2016.
“Cada año cumplimos con las expectativas. Mucha gente los disfrutó y ha sido realmente una fiesta para despedir 2015 que fue un año difícil, especialmente por los embates de la naturaleza, y la gente se merecía ésto, porque tienen derecho a pasarlo bien. Espero que 2016 traiga mucho éxito y sea un año en el que las familias puedan disfrutar del progreso de La Serena”, dijo el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, quien como cada año, esperó el festeo en el principal paseo turístico donde, además, recibió espontáneas muestras de cariño y agradecimiento de la gente que compartía su cena o un brindis en el sector.
Pero luego del aplaudido show pirotécnico, la fiesta se trasladó al Faro Monumental, donde Alex y el Clan Azabache, Pachanga Chile y Master Kumbia hicieron bailar hasta la madrugada a las miles de personas que llegaron con las mejores vibras a mover el cuerpo al compás del contagioso ritmo tropical y pop ranchero que llenó de alegría a cada uno.
“Los fuegos artificiales increíbles, muy lindos, y ahora vamos a bailar hasta que cierren acá porque está muy entretenido”, dijo María José Rojas, quien junto a su pololo pasó el año nuevo en el borde costero.
Pelícana y Lambert, en el sector rural, también congregaron a cientos de personas que pudieron disfrutar de un festival pirotécnico multicolor a las 00:00 horas colmando de abrazos, brindis y buenos deseos, a las familias presentes, las cuales se repitieron en otro puntos, como Caleta San Pedro y el sector oriente de la comuna, donde familias completas y vecinos se reunieron con cotillón y todo para, aprovechando la privilegiada vista, maravillarse con los fuegos artificiales y saludar al nuevo año.