La relación entre el la Asociación de Canalistas del Embalse Recoleta (ACER) y el Departamento de Agronomía de la Universidad de La Serena (ULS) lleva varios años de desarrollo a través de distintos proyectos y trabajos conjuntos. Esta relación dio un nuevo paso con la conformación del Laboratorio de Prospección, Monitoreo y Modelación de Recursos Agrícolas y Ambientales (PROMMRA), con el que ACER ha seguido trabajando de bastante cerca.
El director de ACER, Juan Guillermo Farr, detalló que la oferta de agua de Embalse Recoleta la produce el Río Hurtado y “respecto de la administración del embalse ya tenemos claro que debemos minimizar las pérdidas, entendemos que tenemos que seguir con nuestra política de revestimiento de canales para tener una mejor conducción, una mayor velocidad y una menor infiltración y, por lo tanto, menos pérdidas. Eso lo tenemos claro, pero ¿cómo logramos visionar lo que la cuenca de Río hurtado nos puede ofrecer? Eso lo tomó el laboratorio PROMMRA”.
Con este fin se está trabajando en el modelamiento de la cuenca, lo que posteriormente proporcionará herramientas prácticas para proyectar, definir y entregar cuotas de agua 100% acordes a la oferta hídrica con que cuenta la organización.
Como detalló el académico de la ULS y director del laboratorio PROMMRA, Pablo Álvarez, en materia de investigación “nuestro objetivo específico es establecer, a través del modelamiento, una relación cuantitativa entre el área de la cuenca de Río Hurtado para facilitar la toma de decisiones y una mejor gestión de los recursos hídricos de manera anticipada para la temporada”.
Paralelamente, PROMMRA trabaja codo a codo con los regantes del Embalse Recoleta en el seguimiento del Plan Maestro fijado por esta organización, objetivo con el que buscan contribuir en la búsqueda de recursos de manera conjunta, de apalancamiento de proyectos, levantamiento de ideas, estudio de brechas, y de la prospección, tema fundamental para este laboratorio.
El hecho de que el Embalse Recoleta y su área de riego dependan en gran medida de la cuenca del Río Hurtado, influye en que el trabajo con PROMMRA se concentre desde la cortina del embalse hacia arriba principalmente. En la parte baja, se implementó un sistema de información geográfica con bastante detalle, “de tal forma que esta organización de riego pueda hacer seguimiento a los cambios que ocurren dentro de su área de distribución de agua y, sobre todo, en su red de canales”.
Pronóstico certero
Si bien esta temporada fue precedida por un invierno mucho más generoso que los últimos diez años, las precipitaciones recibidas en la región, y particularmente en el Limarí, no han sacado a la cuenca del Río Hurtado de la situación crítica en que se encuentra.
Según las proyecciones de PROMMRA, el embalse Recoleta debería terminar la temporada –a fines de abril de 2016- con un volumen en torno a los 25 millones de m3 guardados dentro del embalse, de una capacidad máxima de 100 millones de m3.
Como detalló Álvarez, en la cuenca de Río Hurtado -que alimenta a Recoleta- el pronóstico del modelo desarrollado por PROMMRA “ha andado bastante bien, nosotros habíamos pronosticado un afluente al embalse Recoleta durante toda la temporada cercano a los 34 a 36 millones de m3 y creemos que ese número va a andar bastante cerca respecto de lo que va a recibir desde Río Hurtado”.
Mientras más certeros son los pronóstico, mejor herramienta serán al momento de planificar la distribución de las aguas al inicio de temporada.
Respecto del trabajo mancomunado entre la ACER y el Laboratorio y el Departamento de Agronomía de la ULS, Álvarez enfatizó en que “es un trabajo que llevamos haciendo hace años. Partimos con un proyecto con financiamiento alemán para el aforo en distintos lugares estratégicos del área de riego de Recoleta y a partir de eso se han construido las confianzas para poder colaborar con antecedentes, datos, información y proyectos que nos han permitido mantener este vínculo de colaboración”.