Explorar opciones para el desarrollo de nuevos productos a partir de los mismos recursos que ya explotan, de modo de ampliar sus negocios y aumentar la rentabilidad de sus actividades, es la invitación que formuló el Programa Estratégico Regional (PER) de Bioproductos Marinos a la Asociación de Industriales y Armadores Pesqueros de la Región de Coquimbo (AIP), en una reciente reunión entre directivos de ambas instancias.
Dicho programa es ejecutado por la Universidad Católica del Norte (UCN), con financiamiento de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), con el objetivo de transformar a la Región de Coquimbo en una fuente de bioproductos y productos con valor agregado de origen marino, a partir de la mejora de procesos, tecnologías y recursos asociados, ambientalmente sostenibles, que permitan al sector pesquero y acuícola crecer e incrementar su aporte a la economía regional.
En el caso del sector crustacero –dedicado a la extracción, procesamiento y exportación de camarón nailon, langostino amarillo y langostino colorado–, esta oportunidad coincide con el interés de las empresas del sector por aprovechar de alguna manera los descartes de la pesca, esto es, los ejemplares de otras especies que, accidentalmente y en una baja proporción, quedan atrapadas en las redes de pesca, por compartir el mismo hábitat marino que los crustáceos, los cuales actualmente se devuelven al mar. Entre estas especies se cuentan variedades de lenguado de aguas profundas (distinto al que se consume comúnmente en Chile) y artrópodos como la jaiba paco y la jaiba limón.
Lo anterior sin descartar la posibilidad de nuevos usos para las caparazones de crustáceos, que actualmente son destinadas a la fabricación de harina para alimentación animal.
El presidente de AIP, Osciel Velásquez, comentó que “hace tiempo venimos promoviendo un programa de mitigación del descarte y este proyecto tiene una manera de agregarle valor a nuestra pesquería. Además, quién no dice que estos productos que vamos a elaborar tengan tanto o mayor valor que el producto específico. Esto lo valoramos y vamos ser unos socios estratégicos del PER”.
Por su parte, el gerente del PER de Bioproductos Marinos, Guillermo Molina, señaló que la reunión con AIP era parte de un acercamiento directo hacia las compañías del rubro, de modo de conectar el trabajo del programa con las ideas de negocios que las propias empresas estén barajando, rompiendo así con la tendencia a abordar sólo una variedad limitada de productos: “Estamos produciendo carne, y eso tiene un valor en el mercado, pero a veces uno se puede encontrar con la sorpresa de que un componente puede ser mucho más caro que todos los kilos juntos en el mercado. Lo que estamos haciendo ahora es generar un sondeo con las empresas, en este caso de los industriales esqueros, y cuáles son las ideas que ellos tienen, en términos de dos focos: algas y desechos de la industria pesquera y acuícola”.
Las ideas que surjan de este sondeo podrán ser sumadas a los perfiles de negocios que el PER está levantando, con miras a trabajar en ellos en busca de financiamiento y desarrollo, con un horizonte de diez años.