Es sabido que alrededor de cien años, si es que no es más, es el tiempo que tarda una bolsa plástica en degradarse, realidad que provoca un grave daño al medio ambiente, sumado a otros factores contaminantes.
Razón por la cual, luego de una propuesta realizada por la concejala Margarita Riveros, el municipio creo una ordenanza con la finalidad de desincentivar y reducir el uso de las bolsas de polietileno, principalmente en locales comerciales, y cambiarlas por otras que sean biodegradables o de tela.
“Estamos dando el primer paso en un tema muy sentido por la gente, en votar por una ordenanza que vaya paulatinamente eliminando el uso de las bolsas plásticas. En sesiones anteriores fue propuesto por la concejala Margarita Riveros, por experiencias de ciudades anteriores, y desde ahí se comenzó a trabajar. Lo importante es que está, que fue formulada, ahora hay que entrar a conversar con los privados para que ellos también sean aliados de lo que va a significar mejorar el medio ambiente evitando las bolsas, así que por lo tanto creo que hoy día comenzamos, que es lo que siempre cuesta”, enfatizó la primera autoridad comunal, Roberto Jacob.
De esta manera y tras ser presentada la ordenanza en la última sesión del Concejo Comunal de la capital regional, se acordó afinar algunos detalles, para que tras su evaluación, sea ratificada en el próximo concejo.
De la importancia que tendría la medida para el cuidado del planeta, María Inés Godoy, encargada de la Oficina de Medio Ambiente de la ciudad, sostuvo que “se trabajó en conjunto con la oficina de Jurídico para dar forma a esta norma, la cual también va a implicar una campaña de concientización y difusión. Un dato a tener en cuenta es que las bolsas que más contaminan son las pequeñas, porque esas incluso pueden llegar al mar, o ser digeridas por los animales, etc”.
LA VOZ DE LOS CIUDADANOS
Lo cierto es que junto con la creación de la norma, se realizará una campaña publicitaría en pos de difundir esta nueva medida e incentivar a la comunidad a que dejen de utilizar este tipo de bolsas, estrategia que fue ampliamente aprobada por la comunidad.
“Me parece una buena medida, las bolsas no sólo provocan un mugrerio, sino que cuesta tanto que se puedan disolver. Volveríamos a lo antiguo, cuando salíamos a comprar teníamos la bolsita de género, sería un cambio bien factible, muy bueno para todos”, señaló Ester Monardez, quien junto a su esposo también destacaron que además ayudaría a mantener limpia la ciudad, en relación a la cantidad de bolsas que uno encuentra esparcidas en el suelo.
Misma opinión fue compartida por Elena Alucema quien destacó que la situación medioambiental se encuentra en estado crítico. “Es una excelente iniciativa, hoy estamos frente a una situación grave que requiere este tipo de medidas. Este verano se ha notado mucho el tema del calentamiento global, hemos tenido un verano muy caluroso que se ha extendido, así que todo lo que sirva para ayudar a cuidar el medio ambiente, bienvenido sea, ojalá todos los supermercados se sumen”, recalcó.
Lo fundamental para muchos es que tanto los locales comerciales, como los propios usuarios se acostumbren a usar otro tipo de bolsas para llevar los productos, haciendo hincapié en el cambio cultural que se debe generar en la gente, lo que fue también ratificado por el alcalde quien manifestó la importancia de tomar conciencia de que ya no se puede seguir usando bolsas plásticas.