Una visita con representantes del equipo técnico del Gobierno Regional de Antofagasta, destinada a compartir la experiencia de proyecto FIC-R de Transferencia en el uso de atrapanieblas, sostuvieron hace pocos días profesionales del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte, responsable de la ejecución de esta iniciativa.
Ésta busca transferir de manera participativa y con gran empoderamiento territorial la tecnología de atrapanieblas a comunidades agrícolas de las tres provincias de la región de Coquimbo, a fin de generar recursos hídricos que ayuden en las actividades productivas. Las zonas costeras se prestan especialmente para este sistema que atrapa las gotas de agua microscópicas contenidas en la neblina o camanchaca, ayudando a procurar agua en regiones desérticas.
Según explicó la directora alterna del proyecto, Daniela Henríquez, el encuentro se gestó a solicitud del GORE Antofagasta, que a través de su Programa de Infraestructura Rural, están interesados en conocer detalles técnicos y de gestión hídrica, a fin de evaluar la posibilidad de replicarlo en el norte del país.
Además de la reunión efectuada en el Campus Guayacán, la actividad incluyó una visita en terreno para conocer la experiencia de Minera Dominga en La Higuera, donde ya está instalada y funcionando la tecnología de atrapanieblas. Asimismo, se acudió a la Comunidad de Majada Blanca, ubicada en el sector de Pan de Azúcar, con la cual el IPP-UCN está trabajando en este proyecto, de modo de fortalecer la organización para la próxima construcción de los atrapanieblas.
La tarea implica un cambio cultural, y así lo entiende el equipo a cargo del proyecto. Sin embargo, indica Daniela Henríquez, “la principal dificultad no tiene que ver con las comunidades, sino con la política pública. Por eso también el proyecto es de transcendencia para nosotros. Lo que queremos es poder modificar culturas”, enfatiza, aclarando que con ello, más que a las comunidades, aluden a los actores públicos, los agentes del Estado, principalmente los encargados de crear o impulsar estos procesos de innovación y transferencia. “Es ahí donde tenemos que hacer una modificación, y la principal herramienta para poder mostrar que esto funciona es a partir de la evidencia”, concluye.
La iniciativa, financiada por el Gobierno Regional a través del Fondo de Innovación para la Competitividad, FIC-R, concluiría en noviembre de 2017, y para entonces se espera tener en marcha el trabajo, contando con la participación de sus beneficiarios. Entre las acciones programadas se incluye la construcción, junto a las respetivas comunidades, de tres sistemas de atrapa nieblas (uno en cada localidad) y sus correspondientes sistemas de distribución, según el destino productivo previamente determinado; asimismo, se realizarán talleres de capacitación para el diseño de los planes de negocios y comercialización.
Cabe destacar que el proyecto cuenta con la colaboración del Colab (Centro de Innovación Social de la PUC), y de organismos públicos y privados, además de expertos de la UCN de las áreas de economía y ciencias del mar. Entre los socios estratégicos destaca el Laboratorio de Innovación Social de la PUC, que aporta en metodologías de transferencia; actores desde lo público, Bienes Nacionales, Indap, los Prodesal (programas específicos de desarrollo social local) y algunas instituciones particulares como la Fundación para la Superación de la Pobreza y la Fundación Un Alto en el Desierto.