La aprobación para un tercer año de ejecución del Proyecto de Fomento (PROFO) “Certificación de Pesquerías”, por parte de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), obtuvo la Asociación de Industriales y Armadores Pesqueros de la Región de Coquimbo (AIP). Merced a este impulso, se espera alcanzar finalmente la meta de certificar como actividad sustentable a la extracción de camarón nailon, langostino amarillo y langostino colorado, y adicionalmente, desarrollar nuevos productos y contactar nuevos clientes.
El apoyo de CORFO se traduce en un aporte pecuniario de $30 millones, lo cual, sumado a la contribución de las empresas participantes, totaliza un monto global de $77 millones.
El proceso de certificación de las pesquerías de crustáceos demersales se inició hace dos años, con la intención de alcanzar el selecto estándar internacional MSC (Marine Stewardship Council), el cual no ha sido logrado por ninguna pesca industrial en nuestro país; de hecho, dentro del continente, solamente la han conseguido dos pesquerías en Argentina y una en Belice.
Su obtención se traducirá en reforzar y liderar los argumentos comerciales de los productos pesqueros nacionales en el mercado internacional.
Para obtener la certificación MSC, las empresas afiliadas a la AIP se han sometido a examen por parte de exigentes consultoras internacionales, en torno a aspectos como las técnicas y tecnologías usadas en la pesca; disponibilidad y cuidado de la biomasa de crustáceos demersales; control y reducción de descartes (capturas accidentales de otras especies, las cuales se devuelven al mar), entre otros. Gracias a ello la industria crustacera nacional ha incorporado mejoras en sus prácticas y equipamiento técnico, incluyendo el desarrollo de nuevas redes para la captura de crustáceos demersales.
Una vez obtenida, la certificación se extenderá por cinco años y llevará consigo una serie de obligaciones para mantener y mejorar las buenas prácticas, permitiendo a los crustaceros nacionales explorar nuevos mercados de alta rentabilidad y, a la vez, mantener sano el estado de los recursos, de modo de proyectar esta actividad en el tiempo.
Cabe destacar que el rubro crustacero en la región está conformado tanto por actores industriales como por artesanales. Los industriales son, en su totalidad, empresas pequeñas y de larga tradición de Coquimbo. Se estima que el sector completo abarca unos cinco mil puestos de trabajo, incluyendo la flota pesquera, personal de muelles, plantas de proceso y servicios asociados.
