En la sala de sesión del Municipio local, el alcalde Roberto Jacob se reunió con más de una treintena de familias de la parte alta de La Serena para hacer la entrega oficial de los certificados de subsidios para arreglar sus viviendas. Este beneficio está dentro del programa de Protección del Patrimonio Familiar del Servicio de Vivienda y Urbanismo (SERVIU).
En la ceremonia, el edil estuvo acompañado por la encargada de la Oficina de Vivienda del Municipio, Marlen Jacob, los representantes de la empresa constructora que realizará las reparaciones y las familias beneficiadas con este subsidio.
Para el alcalde, este subsidio fue todo un triunfo y espera que se siga replicando a varios sectores más de la ciudad. “La gente recorrió un largo camino, muchas veces con desesperanza, pero hoy día han visto con éxito todo el sacrificio realizando, al recibir el subsidio para arreglar los techos de sus casas polillas, así que felicitar a la gente de la Oficina de la Vivienda que es la que ha ayudado y encaminado este trabajo, ahora vienen más comité y espero que vengan mejores resultados”, comentó Roberto Jacob.
La noticia dejó muy contentos a todos los vecinos favorecidos del sector, especialmente a la presidenta de la Organización de Mejoramiento de La Antena que por mucho tiempo luchó para terminar con la plaga de las termitas y el arreglo de sus moradas. “Estoy feliz, para mí es un orgullo ya que había mucha gente adulta que convivía y hasta comía con las polillas, era algo que siempre se habló y ahora se gestó. Somos 39 familias las beneficiadas” explicó María Loreto Carrera.
Los recursos entregados para el subsidio permitirán a los beneficiados del sector reponer por completo la techumbre de las viviendas, con la integración de muros corta fuego, además de la restitución del sistema eléctrico de los domicilios. Cabe mencionar que estas reparaciones sólo involucran a las moradas originales, no incluye las ampliaciones.
Para la coordinadora de la Oficina de la Vivienda Municipal, Marlen Jacob darle prioridad a las personas de la tercera edad que no tienen los recursos suficientes para mejorar el aspecto de sus hogares es muy importante. “A mí me interesaba mucho este grupo, porque estaba compuesto por adultos mayores, muchos enfermos que tienen viviendas muy antiguas, por lo tanto mi labor como asistente social es priorizar quien requiere más se le da primero”.
Los programas de Protección del Patrimonio Familiar permiten que las personas más vulnerables de la comuna puedan optar al subsidio para reparar su vivienda. El ahorro mínimo de cada beneficiado es de 5 U.F.