Se estima que los excesos en alimentación y bebidas alcohólicas en las celebraciones de Fiestas Patrias pueden hacer que una persona suba cerca de 5 kilos de peso. Una cifra preocupante para sólo tres días de festejos.
“Las celebraciones de fiestas patrias son una fecha marcada en el calendario por muchos de nosotros como una instancia de relajo y, especialmente, como unas minivacaciones para cargar energía para afrontar el fin de año. Por eso mismo, nos permitimos en pocos días algunos excesos en nuestra alimentación, que más de alguno lamentará y tratará de revertir con aquella frase de ´el lunes comienzo la dieta´ o ´mañana sí que comienzo con el ejercicio´”, señala el docente de la Escuela de Pedagogía en Educación Física de la Universidad del Pacífico, Álvaro Quiroz Fuentes.
El académico plantea que “lo importante es disfrutar estos días de esparcimiento con moderación en el consumo de alimentos altamente energéticos, como por ejemplo empanadas o mote con huesillo, o aquéllos ricos en grasa, como un asado de cordero, panes amasados o inclusive la clásica cazuela. Y sobre todo, no olvidar la alta cantidad de kilocalorías que aportan nuestros clásicos bebestibles que no faltan en la celebración dieciochera, como los terremotos”.
Sin embargo, un buen dato es saber que esta ingesta adicional puede ser contrarrestada con la práctica deportiva, por lo que se recomienda en lo posible caminar, trotar o realizar otra actividad de preferencia. Aquí, los juegos y bailes típicos también son una buena opción.
Álvaro Quiroz señala que si una persona de contextura normal, de entre 70 y 75 kilos, quisiera gastar toda esa energía extra consumida en este fin de semana de celebración, “en media hora de cueca bien zapateada podría producir un gasto de poco más de 230 Kcal; una carrera en sacos de alrededor de 3 minutos tiene un gasto aproximado de 100 Kcal, mientras que tratando de “pillar al chancho” puede quemar unas 225 Kcal”.
“Lamentablemente otros actividades típicas, como elevar volantines, el trompo o la rayuela generan una demanda muy baja, menor a las 60 kcal. en una hora”, agrega el profesor de educación física.
El profesional de la U. del Pacífico suma a su lista de recomendaciones realizar algunas actividades de tipo outdoor junto a la naturaleza, que también ayudan a aminorar el impacto en el peso. “Si usted eligió pasar estos días en familia en un lugar al aire libre, podría ser una excelente oportunidad para aprovechar de realizar actividad física, en donde en actividades simples como caminar lento durante 30 minutos puede gastar 30 Kcal, y si se anima a subir un cerro, el gasto energético en el mismo tiempo sube a 225 calorías. Y si a eso usted le suma por ejemplo, montar a caballo durante una hora, el gasto es de aproximadamente 200 Kcal, mientras que andar media hora en bicicleta a un ritmo suave le permitirá un gasto de 150 Kcal”, puntualiza.
Finalmente, el experto señala que lo más importante de todo es intentar ser sistemático en la actividad deportiva. “Se tiene que comprender que más allá de contar cuántas calorías se consumen en más o menos empandas, debemos realizar actividad física en forma sistemática y controlada por un profesional y no poner en riesgo nuestra salud con ´dietas de moda´ o actividad física sin considerar nuestras características y procesos adaptativos. Hay que tener claro, además, que no existen las milagros y que un ´verano sin polera´ es posible con una la dosis correcta de ejercicio y alimentación balanceada”, concluye el docente de la Escuela de Pedagogía en Educación Física de la Universidad del Pacífico, Álvaro Quiroz Fuentes.