Según consigna el diario La Región, en su edición del 21 de septiembre de 2016, una inusual situación es que se están viviendo por estos días en el Hospital San Pablo de Coquimbo.
“El 22 de agosto pasado la empresa Demoliciones Mario Porzio comenzó los trabajos de demolición de la llamada torre antigua del recinto y que resultó seriamente dañada por el terremoto que afectó a la zona el 16 de septiembre de 2015. De acuerdo a los trabajadores de dicha empresa, en más de un ocasión han debido suspender los trabajos por la extraña presencia de personas en el recinto que hoy se encuentra completamente cerrado al público. Lo curioso de la situación es que cuando van a inspeccionar el lugar no encuentran a nadie“, señala el medio.
La Región además cita a Karina Vílchez, enfermera del recinto y presidenta de la Asociación de Enfermeras del Hospital San Pablo (ASENF), quien confirma el hecho. “Efectivamente iniciadas las obras de demolición a pocos días los trabajadores de la obra comenzaron a tener problemas con las máquinas, se les paraban, se les echaban a perder, y que además habían visto figuras de niños y personas en el lugar que se supone está aislado y solamente están ellos. En vista de eso la empresa y por la presión de los trabajadores, solicitaron que se hiciera una misa y que fuera un sacerdote, para continuar las obras y tranquilizar a la gente», indicó
Más adelante, la profesional afirma que, «En muchos servicios están ocurriendo cosas asociadas a ver siluetas de personas que pasan, cosas que caen y cosas que se mueven sin ninguna explicación lógica. En general, nosotros somos bastante escépticos porque estamos acostumbrado a convivir con estos temas, pero se ha agudizado este tipo de situaciones….uno sabe que dónde hay sufrimiento y muerte, va a haber energía que van a quedar circulando, es lo que uno piensa», aseguró la profesional.