Pasado el mediodía de este domingo, la Armada de Chile recibió el llamado de aviso que los tres pescadores desaparecidos desde el viernes en la tarde habían logrado llegar hasta el sector de Caleta Hornos.
Alejandro Ureta, Ricardo Valderrama y Jorge López, estuvieron cerca de 35 horas extraviados, según contaron, por una falla del motor de su embarcación.
“Yo no conocía este motor. Primera vez que trabajo con él, pero mi compañero (Ricardo) dijo que era una falla eléctrica, después nos dedicamos a revisar los cables. Estuvimos preocupados, pero estables y nunca desesperados”, dijo Alejandro Ureta.
Tras no conocer su paradero, inmediatamente se activó un protocolo de búsqueda por aire, mar y patrullas terrestres. Un proceso que incluso fue fortalecido tras diligencias del Intendente Claudio Ibáñez. “Habíamos reforzado el apoyo, con Carabineros dispusimos de un helicóptero extra, además de un avión de refuerzo gestionado con el Ministerio del Interior, y con el Gobernador Marítimo de Coquimbo teníamos preparadas dos embarcaciones adicionales, en caso que fuera necesario”, acotó la autoridad quien recibió a los trabajadores junto a sus familiares en Coquimbo.
El conocimiento básico en mecánica del pescador Ricardo Valderrama fue clave para lograr mover la embarcación hacia el lugar más cercano donde pudieron ser recogidos y trasladados hacia el sector de Guayacán, desde donde zarparon.
Por ello, el Intendente Ibáñez explico que “acá tenemos dos lecciones. Tenemos que tener una respuesta rápida y oportuna en la búsqueda y esa reacción se facilitaría si las embarcaciones contaran con GPS, por eso iniciaremos un proceso de búsqueda para la modernización de los pescadores y un plan de trabajo para resguardar su vidas. Y por otro lado reforzaremos la capacitación, con la Armada y SENCE para capacitarlos en artes mecánicas”.
Los pescadores habían salido al mar el pasado viernes a la pesca de la jibia a bordo del barco “Matías Andrés” y comentaron que jamás habían vivió una situación como ésta.
“Nosotros en las noches prendíamos fuego para que nos vieran. Ellos pasaban a corta distancia, pero como era de noche, no se veía nada”, manifestó Ricardo Valderrama. En tanto, Jorge López, comentó que “estuvimos toda la noche con el motor andando y de la nada quedamos varados. Antes nos perdíamos con niebla pero sabíamos cómo llegar y difícil con un motor en pana”.
Tras su llegada a Coquimbo, fueron llevados al Hospital San Pablo donde, luego de constatar lesiones, se descartó cualquier tipo de daño en su salud.
“Están todos en buen estado. Si bien no tenían víveres, si tenían mucha agua y están muy bien hidratados. Y como no pasaron más de 40 horas, están bien, orientados y conscientes”, destacó el Suboficial Mario Iturra, oficial de servicio en la capitanía de Puerto de Coquimbo.