Las expectativas de la minería para el 2017 se ven un tanto pesimistas, debido a las reiteradas jaquecas que sufre originadas principalmente por la volatilidad del precio del cobre, la falta de políticas públicas de desarrollo, falta de incentivos a la inversión en exploración geológica y en proyectos Greenfield y Brownfield.
El deterioro de la actividad minera ha repercutido en el país, cayendo estrepitosamente 28 puestos en atractivo para la inversión minera, según la prestigiosa Consultora Fraser, ubicándose ahora en el lugar 39, cuando antes éramos top ten, siendo superados por Perú. Esta es una mala noticia para Chile y para los inversionistas, y si a esto sumamos la caída en la Industria de la ingeniería de consulta, y también en la construcción se genera un magro escenario para la minería en el 2017; pero lo peor, es que existe un inmovilismo de las autoridades respecto de nuestra minería.
Debemos considerar como factores adicionales el que este sea un año de elecciones presidenciales, la huelga y paralización de la producción de las dos minas más grandes del mundo, Escondida en primer lugar, con una producción cerca de 1,2 millones tpa. y Grasberg en Indonesia, la segunda mina más grande, que deja de producir cerca de 2,3 millones de tpa menos de cobre fino para el mercado mundial de cobre, unido a un aumento en la demanda, que es un fenómeno estacional y único.
La disminución de la producción de cobre fino, la disminución de la inversión en nuevos proyectos de inversión, han generado un déficit de cobre en el mercado que no estaba pronosticado por nadie. El efecto de incertidumbre de la gestión de Donald Trump en USA. y la volatilidad del crecimiento de la construcción en China e India, han empujado al precio del cobre a niveles por sobre un 27 a 30 % en los últimos 12 meses. Este déficit de cobre en el mercado podría sostenerse hasta finales del 2020.
De sostenerse de aquí al 2020 el déficit de cobre fino, las expectativas de un precio del cobre podrían terminar este año dentro de niveles de 2,7 a 2,9 US$/Lb, incluso superar la barrera de los 3 US$. Entonces las empresas mineras deberán aprovechar esta oportunidad de invertir en su cartera de proyectos que dependen del precio, y aplicar buenas políticas y estrategias de largo plazo. Debemos recordar que Chile aún depende mucho de la minería, y la minería depende del precio del cobre. Por cada centavo US$ que sube el precio del Cu, el Estado de Chile gana US$ 74 Millones al año.
En resumidas cuentas, ¿a qué se deben estos aumentos en el precio del cobre registrados en las últimas semanas?
Los factores son varios, entre los que se cuenta los siguientes:
Existe un déficit de cobre en el mercado, fenómeno que no se veía al menos desde hace 6 años. Según RK Capital al 2017 habrá un déficit de 327.000 t y al 2020 habrá un déficit significativo de 600.000 ton., lo que es una buena noticia para el país.
Huelgas, disminución y paralización de las dos minas más grandes del mundo, Escondida en Chile y Grasberg en Indonesia, lo que disminuye la producción de cobre fino.
Disminución de la inversión en nuevos proyectos mineros y también creciente disminución de nuevas capacidades de producción en el mundo.
Aumento de la demanda del metal rojo, que supera la oferta hasta el 2020.
Las decisiones del presidente de USA Donald Trump, los litigios territoriales entre Japón y China, Corea del Norte con la del Sur, con amenazas de guerra, han empujado la demanda de los principales commodities.
Todas estas jaquecas han impactado en la disminución en las inversiones, en el clima de desconfianza que existe en los inversionistas, logrando paralizar las inversiones o que miren a Perú como una mejor plaza de inversión. Ellos no solo ven los ciclos del precio del cobre, también miran lo que les ofrece cada país, como seguridad, estabilidad institucional y tributaria, signos de corrupción, riesgo país reglas claras y una política minera moderna. Los yacimientos nuevos requieren mayores inversiones, y deben enfrentar mayores riesgos ambientales, técnicos, y con las comunidades.
La mayor jaqueca que sufre el país corresponde a la huelga histórica y paralización de Escondida. La huelga partió el 9 de febrero en la mina de cobre más grande del mundo, que produce 1,62 millones de tpa de cobre fino, representa el 21 % de las exportaciones de Cu, e impacta en el 5% en el PIB país, representa además el 6,4% de la producción mundial y en 30 días sufrirá una pérdida de 591 US millones. Y por cada centavo que sube el precio Cu, pierde además US 73 millones, con una merma en la producción anual de 1,7 %, lo que representa un impacto en el PIB del orden de 0,31 puntos, y un 0.5% de la producción mundial. Todo esto ha dejado paralizado, no solo a la producción sino también a nuestras autoridades, que ven con asombro esta situación que produce perdidas relevantes para el país.
Este fenómeno podría traducirse en que los trabajadores al ver en los precios altos mayores utilidades, querrán participar en esos mayores ingresos, lo que traerá consigo más huelgas e interrupciones en la producción. Las huelgas a futuro estarán relacionadas directamente con el efecto precio del cobre, mientras tanto, la jaqueca se está transformando en una aneurisma y de allí a la UCI.
Por: Manuel Viera Flores, Doctor en Economía Minera y Relator Internacional en valoración de activos Mineros. Además Director y Fundador de la Escuela de Minas de la Universidad de Las Américas y actual CEO del Grupo Metaproject.