Gracias a una denuncia realizada por una familia de Coquimbo, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), del Ministerio de Agricultura, pudo ir al rescate de un Chaetophractus villosus, más conocido como “quirquincho peludo”, el cual se encontraba cavando una madriguera debajo de la casa de la familia que realizó la denuncia.
De esta manera es que funcionarios del SAG concurrieron a su rescate percatándose que el armadillo se encontraba habituado a la presencia humana. El Director Regional (s) del SAG, Jaime Rodríguez explicó que “esta especie no se encuentra en nuestra región, ya que en nuestro país sólo se registra su presencia en la zona austral, lo que sumado a que no teme ante la presencia humana, nos hace creer que este quirquincho llegó a nuestra región como mascota”.
El quirquincho peludo se encuentra registrado por la Ley de Caza como una especie con densidades poblacionales reducidas y en peligro de extinción, por lo que desde el SAG hacen un llamado proteger nuestra fauna nativa “El quirquincho peludo es una especie protegida por la Ley de Caza, por lo que su caza y captura se encuentra prohibida. Las personas que no cumplan con el reglamento de la Ley se arriesgan a multas que van desde las 1 a las 100 UTM además de presidio menor en sus grados mínimo a medio”, agregó el Director Regional (s) del SAG.
El quirquincho es un animal que posee un caparazón castaño y cuya cabeza y cola están cubiertas con placas similares a su caparazón, tiene un hocico largo, ojos pequeños y sus patas están provistas de fuertes pesuñas con las cuales cavan sus madrigueras a poca profundidad en las que busca protección de depredadores, del exceso de frío en invierno y del calor del verano.
Su hábitat se caracteriza por ser en pastizales de regiones secas de suelos arenosos como la Patagonia. Ante cualquier amenaza, se oculta dentro de su caparazón y se aplasta contra el suelo, así los atacantes no pueden llegar hasta su blando vientre
