Hoy se celebra en todo nuestro país el Día del Patrimonio, una invitación para que las personas, familias y turistas puedan conocer algo más de los lugares emblemáticos e históricos de la cada región. La ciudad de La Serena es la segunda más antigua de Chile, por lo que posee un legado arquitectónico único.
Es así como se desarrollarán visitas guiadas en el edificio de Tribunales, el Liceo Gregorio Cordovéz, el edificio del IPS, el Museo Arqueológico, la Iglesia Santa Inés, el Barrio Almagro, entre otros.
Pero ayer, la Corporación Corpatrimonio, con el apoyo de la Oficina de Asuntos Patrimoniales del Municipio de La Serena, desarrollaron una actividad inédita. Más de 30 personas pudieron participar de un recorrido por los lugares donde estuvo emplazada la muralla que durante muchos años protegió a la ciudad del ataque de los piratas.
El recorrido comenzó en la intersección de las avenidas El Santo y Amunategui. Allí se encontraba uno de los baluartes o puntos desde donde se vigilaba y protegía la ciudad.
“Esto es parte de una investigación que estoy haciendo….no hay mucha información sobre esto. Los baluartes eran aproximadamente cinco, cada uno tenia el nombre de un santo o una zona….era una tradición españolas ponerle nombres de Santos…..la primera muralla de adobe se construyo en 1729 que fue muy débil que se derrumbo el año siguiente producto de un terremoto en Valparaíso. Se reconstruyo en tapias, que era un sistema más resistente de casa un metro de grosor…eran bloques de tierra aprisionada, Esa tenia una altura estimo de unos tres metros. Esa la gente comenzó a desmantelar porque les dificultaba ir de un lado a otro”, indicó Daniel Contreras, Arquitecto e investigador.
La única evidencia física de la muralla se encontraría hoy en la Iglesia Santa Inés de La Serena. “Fue parte del Baluarte de San Miguel que estaba cerca de iglesia de Salesianos, como estaba casi derrumbado, un vecino pidió utilizar esa tierra limpia que no tiene materia vegetal para la construir la Iglesia Santa Inés en 1835”, afirmó.
CAÑONES
Daniel Contreras, indicó además que cada uno de estos baluartes tenían cañones que tenían en promedio dos metros de largo. “Eran de 4 a 12 libras, los últimos tenían aproximadamente 2 metros 20 centímetros de largo y un diámetro del calibre de la boca de 12 a 15 centímetros. Los baluartes que tenían más cañones eran de 5 y 6 cañones, que eran el de San Miguel y San Fernando. En total, eran 30 cañones ubicado en la misma ciudad y las inmediaciones, La Pampa y Peñuelas. Esa era la red de fortificaciones”, dijo.