En una emotiva Eucaristía celebrada en un templo Catedral de La Serena colmado de fieles, el hasta ahora seminarista Juan Carlos Álvarez Sarmiento fue ordenado diácono en tránsito al sacerdocio. Y es que tras finalizar su proceso formativo, el joven originario de la parroquia “Inmaculada Concepción” de Punitaqui fue llamado a consagrar su vida al servicio de Dios y de la Iglesia.
Es así que acompañado de familiares, amigos y numerosos feligreses, se vivió la santa Misa que fue presidida por el Arzobispo de La Serena, Mons. René Rebolledo, junto a sacerdotes, diáconos permanentes y seminaristas. Además, en una feliz coincidencia, la comunidad “San Juan Bautista” de Coquimbo, parroquia en la cual actualmente Juan Carlos realiza su servicio pastoral, quiso acompañarlo en este importante día que precisamente se celebra el nacimiento de su santo patrono.
“Mi corazón está lleno de alegría y sediento de servir al Señor. Feliz porque hoy me acompaña mi familia y muchas personas que me conocieron en el camino, tanto previo como posterior a ingresar al Seminario. Creo que Dios ha puesto una semilla en mí, la que de a poco ha ido creciendo y hoy me transforman en un servidor más para el pueblo de Dios”, destacó el nuevo diácono.
Palabras del Pastor
De este modo, en su homilía el Arzobispo manifestó el agradecimiento a Dios por la ordenación de un nuevo diácono resaltando que “la elección siempre proviene de Dios, jamás es el hombre el que da el primer paso. Él sale a nuestro encuentro manifestándonos su amor, su inmensa bondad y misericordia. Elegidos, por tanto, sólo por amor, gracia y bendición del Señor”.
Además, expresó: “A cada uno que es llamado corresponde preparar el camino, como el precursor del Señor. Nadie es ordenado para sí mismo. Quien recibe un ministerio no se anuncia y predica a sí mismo, sino a Cristo”.
Alegría para la comunidad
Finalizada la celebración el P. Patricio Órdenes, director espiritual de Juan Carlos, con gran emoción indicó que “esperamos que pronto reciba su ordenación sacerdotal, ya que la comunidad arquidiocesana necesita pastores. Quiero agradecer a Dios y a quienes oran cada día por las vocaciones, ya que eso permite que los seminaristas cumplan sus metas camino al sacerdocio y lo que vivimos hoy es una muestra de aquello”.
Destacar, asimismo, que los fieles de la Parroquia “Inmaculada Concepción” de Punitaqui llegaron hasta el templo Catedral acompañados de la Sagrada Imagen de “Ntra. Sra. del Rosario” de El Peral, en cuya fiesta el nuevo diácono participó numerosas veces. En este sentido Patzy Valdéz, catequista punitaquina, sostuvo que “para nosotros es un gran orgullo. Juan Carlos es un fiel representante de la comunidad y de nuestro pueblo. Él siempre fue una persona comprometida con la Iglesia y le deseamos que el Señor lo ilumine en este camino, para que dedique su vida a hacer el bien acompañando a quien más lo necesite”.