Sin duda se trata de incidente más trascendente de la historia de la ufología mundial. Ocurrió en la hasta entonces apacible localidad de Roswell, en el Estado de Nuevo México, Estados Unidos. Las primeras informaciones hablaban del estrellamiento de una nave de origen extraterrestres durante la primera semana de mes de julio de 1947.
Pero no fue hasta el 8 de julio que la noticia fue conocida, primero en todo Estados Unidos y luego en casi todos el mundo a través de las agencias de noticias.
El diario de Roswell Daily Record, fue el encargado de dar a conocer la versión oficial entregada por las Fuerzas Aérea de los Estados Unidos y que afirmaba: “Las fuerzas aéreas capturan un platillo volante en un rancho de la región de Roswell“. Eso fue publicado el 8 de julio de 1947.
Esa versión fue desmentida al día siguiente. Sin embargo, a partir de aquello nacen una serie de historias de ocultamiento y conspiración que se han mantenido durante 70 años.
Testigos aseguraron que en ese lugar se habrían recuperado tanto la nave como los cuerpos de seres extraterrestres. Dichos seres fueron descritos de un metro con 30 centímetros de altura, tenían trajes muy ajustados de color plata, cuerpos muy delgados, cabeza grande, ojos negros muy grandes y, en general, un cuerpo muy delgado. La historia menciona que inmediatamente que fueron encontrados los restos y los serenes, los que habrían sido llevados hasta una base secreta en Roswell.
Cuando se cumplieron exactamente 70 años de este caso, se dio a conocer el testimonio de Charles Fogus, el ayudante del sheriff del pueblo, recogido el por periódico británico The Mirror.
Este ex oficial contó todo lo que observó ese día y en las jornadas posteriores. Declaraciones que rechazan por completo la versión gubernamental.
Fogus asegura que habían más de 300 soldados cuando llegó al lugar en compañía del sheriff Jess Slaughter. Según expresó, los militares “estaban arrastrando una criatura grande”, sacando un objeto de alrededor de 30 metros de ancho de la escena, en medio de una operación para llevarse todo vestigio de la caída del ovni. En este contexto, dijo que también pudo dilucidar la presencia de cuerpos extraños.
“Los cuerpos deben haber tenido unos 1,5 metros de altura. Yo vi las piernas y los pies de algunos de ellos. Se parecían a nuestros pies”, detalló. Además comentó que su piel era casi marrón, “como si hubieran estado demasiado tiempo bajo el sol”. Las citas corresponden a una entrevista concedida a Deanna Short, una investigadora privada de Los Ángeles, durante los finales de la década de los 90.
La información salió a la luz como parte de un fragmento de un libro (“Los ovnis hoy: 70 años de mentiras, desinformación y encubrimiento gubernamental”) elaborado a colación del nuevo aniversario.
Fuente: INFOBAE