Hasta un tercio del PIB regional podría representar para la región de Coquimbo la inversión y beneficios directos del Proyecto Dominga durante su fase de construcción.
Esa es una de las principales conclusiones expuestas en el encuentro “Perspectivas económicas e impacto del Proyecto Dominga en la economía regional y nacional”, el cual fue convocado por la Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte (UCN), la Corporación Industrial de Desarrollo Regional (CIDERE) y Andes Iron, evento que contó además con la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA) como entidad invitada.
En la ocasión, expusieron el Director de la Escuela de Ciencias Empresariales de la UCN, Cristián Morales; el Director del Magister en Ciencias Empresariales de la misma casa de estudios, Pablo Pinto; el Presidente Ejecutivo de Andes Iron, Iván Garrido, y el presidente de la SOFOFA, Bernando Larraín.
De acuerdo a análisis realizados por los académicos de la UCN, se estima que sólo en la fase de construcción, cada dólar invertido en el Proyecto Dominga generará 80 centavos de dólar adicionales. En la práctica, en tres años la economía regional se beneficiará con la generación de US$951 millones adicionales a los US$ 2.500 millones que invertirá Dominga, especialmente los sectores de construcción, industria manufacturera, agropecuario-silvícola, pesca, comercio, gastronomía y hotelería, transportes y comunicaciones, entre otros.
Durante la etapa de construcción, se estima que se generará un estimado anual de 10 mil empleos directos en base a la inversión total nacional del Proyecto. Cristian Morales señaló que, en un ejercicio teórico, “si Dominga hubiera iniciado su construcción en marzo de este año, en el trimestre móvil marzo-mayo en lugar de haberse perdido 12 mil empleos, se habrían generado un estimado de 16 mil nuevos empleos”.
En la fase de operación, en tanto, los análisis realizados por los académicos de la UCN arrojan que por cada dólar invertido, generará estimativamente 49 centavos de dólar adicionales y un empleo anual directo total estimado de 1.900 empleos para el primer año de operación del Proyecto. Esta cifra sube a 2.700 en el tercer año de operación.
Iván Garrido, Presidente de Andes Iron, destacó que para la compañía es fundamental que los beneficios que generará Dominga queden en la región, “Nos tenemos que ocupar, antes de empezar la construcción, de que los interesados o los emprendimientos y la gente que quiera trabajar en Dominga, se preparen. Nosotros queremos apoyar a la Región, tanto a empresas como personas, en que califiquen y que después compitan en igualdad de condiciones, pero capacitados. Esa es la mejor manera para promover que el empleo y el emprendimiento quede en la Región”.
Por su parte, Bernardo Larraín manifestó que “el país necesita que se reinicie con fuerza un nuevo ciclo de inversiones, y en ello la gran minería es fundamental”. El dirigente gremial destacó que este importante sector de la economía “genera círculos virtuosos, como la calidad del empleo y un importante aporte a reducir desigualdades que existen en la sociedad”. Larraín también comentó que este tipo de proyectos debían hacerse desarrollando el entorno y cuidando el medio ambiente.