La nueva área protegida, la cual contempla tres humedales de la región, se suma a los más de 40 sitios naturales de Chile que son amparados por el Gobierno, los que servirán en un futuro, de estudios e investigaciones de interés para la ciencia o el Estado.
Enmarcado en la celebración del Día Mundial de los Humedales, un importante precedente medioambiental recae nuevamente en la región de Coquimbo. En esta oportunidad, corresponde a los Humedales Salinas Chicas, Salinas Grande y Pachingo, -ubicados en las cercanías del balneario de Tongoy-, los cuales fueron declarados el pasado mes de noviembre, como Santuarios de la Naturaleza por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad. Esta nueva área protegida se integra a una interesante lista de ecosistemas con más de 40 sitios terrestres o marinos que ofrecen posibilidades especiales para estudios e investigaciones geológicas, paleontológicas, zoológicas, botánicas o ecológicas, o que poseen formaciones naturales, cuya conservación es de interés para la ciencia o el Estado.
La ceremonia que incluye una caminata por el sector, se llevará a cabo este sábado 3 de febrero, a partir de las 10:00 horas, en el Humedal Salinas Chicas, -reserva emplazada en la Playa Grande a unos 3 km al sur de Tongoy-; donde se reunirán el Ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena Carrasco; el Seremi de Medio Ambiente Región de Coquimbo, Eduardo Fuentealba Castillo, el alcalde de Coquimbo, Marcelo Pereira Peralta junto a la Delegación Municipal de Tongoy; la Mesa de Conservación de los Humedales de Tongoy, REDAVES, Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), Agrupación David León Tapia, representantes sociales y habitantes de la península; para festejar la inauguración del nuevo ‘Santuario de la Naturaleza Humedales de Tongoy’.
Para el edil porteño, este importante reconocimiento a la preservación, concientización y cuidado de los ecosistemas naturales de la región, “es una buena oportunidad para que nuestra gente se sensibilice sobre la importancia de cuidar y proteger estos ecosistemas que son únicos, ricos en biodiversidad y que tenemos el privilegio de tener en nuestra comuna. Hoy celebramos este día tan importante en el nuevo Santuario de la Naturaleza de Tongoy, una declaración ambiental que nos invita como Municipio a renovar nuestro compromiso con la preservación de éste y otros 5 patrimonios ecológicos que alberga nuestra comuna”, enfatizó el alcalde Marcelo Pereira Peralta.
Para Raúl Sanders, Presidente de la Cámara de Turismo de Tongoy, la protección y denominación de Santuario de la Naturaleza a dichos humedales es fundamental para “valorar y entender que estos ecosistemas son parte del patrimonio natural de Tongoy. Con ello, se abre un abanico de opciones, ampliando la oferta y dando la bienvenida al turismo de intereses especiales con el avistamiento de aves, senderismo y estudios de un recurso natural inigualable”, añadiendo que, “sin duda falta potenciar los humedales en cuanto a su cuidado e importancia, pero esta denominación ya marca un gran paso para el balneario. Ahora es tarea de todos los tongoyinos difundir su existencia y conservación, para que los turistas que buscan la naturaleza recorran este hermoso hábitat”, afirmó.
Esta área protegida se encuentra inserta en uno de los 34 ‘hotspots’ reconocidos mundialmente como de importancia global para la conservación de la biodiversidad, amparando más de 100 hectáreas, los cuales alberga a cerca de 1.500 especies endémicas; entre ellas, 131 especies de aves, que representa a un 25% de las especies residentes o visitantes del país. A ello se suman 11 especies de flora vascular con problemas de conservación en la región, seis especies de reptiles (tres de ellos con problemas de conservación), tres especies de mamíferos (zorro culpeo, ratón oliváceo y cururo) y tres anfibios con problemas de conservación. El Santuario de la Naturaleza Humedales de Tongoy forma parte de la ecorregión ‘Matorrales de Chile Central’, que posee sólo un 1,2 % de su superficie protegida en la actualidad.
¿Por qué cuidar los humedales?
Estos ecosistemas presentan gran relevancia para la vida de los seres vivos en la tierra; principalmente, desempeñan un papel fundamental en el ciclo del agua, atenúan la intensidad y altura del oleaje; aminoran el efecto de tormentas, inundaciones y otros desastres naturales; funcionan como embalses naturales; acumulan agua subterránea y retienen el agua de las precipitaciones y deshielos, liberando agua a los acuíferos, los que almacenan el 97% del agua dulce no congelada del mundo. Estas zonas proveen de una serie de servicios ecosistémicos, como la retención y remoción de nutrientes, la estabilización de la línea costera, captura de carbono, contención de sedimentos que depuran los humedales; convirtiéndose en hábitat de una gran variedad de especies de flora y fauna, endémica y migratoria; tanto terrestre como acuática, siendo utilizados como zona de asentamiento, reproducción, desarrollo, nidificación, alimentación y refugio.
El agua para beber, al igual que el agua para la agricultura, procede en gran parte de los humedales, representando un recurso imprescindible para el desarrollo de los cultivos y la humanidad.
Las actividades humanas, de forma directa o indirecta, afectan estos ecosistemas. El uso indebido y/o abuso de fertilizantes químicos y pesticidas, el empleo de sistemas de riesgo poco eficientes, la sobreexplotación y poca valoración de estos ecosistemas vulnerables son algunas de las causas que han originado la contaminación o pérdida de la calidad del agua; disminuyendo la cantidad de recurso hídrico para la agricultura, junto a la degradación y desaparición de los humedales de nuestra geografía.
Para este año la Convención Ramsar ha definido como lema ‘Humedales para un futuro urbano sostenible’, debido a que la mitad de la humanidad, unos 4.000 millones de personas, viven actualmente en zonas urbanas. La expansión de las ciudades y el aumento de la demanda de tierras trae consigo presiones para los humedales, que se degradan, se rellenan y se utilizan como terrenos para la construcción. Sin embargo, los humedales urbanos que permanecen intactos o que se restauran contribuyen a que las ciudades sean habitables bajo un gran pulmón verde.