Numerosos fieles del templo Catedral, como también turistas que se encuentran visitando por estos días la zona, participaron la noche de este Sábado Santo, 31 de marzo, en la celebración de la Vigilia Pascual que fue presidida por el Arzobispo de La Serena, Mons. René Rebolledo Salinas.
La celebración se inició con el signo del fuego encendido en el Cirio Pascual, el cual nos recuerda la victoria de Jesucristo sobre la muerte, cuya llama fue compartida con las velas de todos los fieles presentes en el templo.
Posteriormente, la comunidad renovó las promesas bautismales, recibiendo el agua bendita que recuerda el día en que cada uno inició su caminar de fe y servicio al Señor, para luego presentar ante el Altar el pendón con el logo del Congreso Eucarístico que vive la Iglesia tanto a nivel nacional como Arquidiocesano.
El Pastor Arquidiocesano, en su homilía, manifestó entre otros aspectos su gratitud “por el fiel acompañamiento a nuestro Señor, especialmente en estos días. Celebramos en esta noche santa el misterio más grande en la vida de nuestro Señor. Por ello también el misterio fundamental en la vida de sus discípulos misioneros. La celebración de este año tiene una hermosa particularidad, la vivimos en contexto del Congreso Eucarístico Nacional y Arquidiocesano. Precisamente, el gran misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor lo celebramos en cada Eucaristía. En la santa Misa hacemos memoria de la victoria pascual de nuestro Señor”.
Solemne Vigilia Pascual en La Antena
Más de 4 de kilómetros hacia el oriente del templo Catedral, la comunidad “San José Obrero” de La Antena vivió con profunda reflexión y solemnidad, como también gozo y alegría, la Vigilia Pascual presidida por el párroco del sector, Fr. Francisco Lastra.
La celebración comenzó con el fogón ubicado a pasos de la sede parroquial, donde se encendió el Cirio Pascual, momento que fue animado por el Baile Religioso Piel Roja de La Serena, para posteriormente emprender procesión hasta el templo.
“Quiero enviar a la comunidad mi saludo de paz y bien. Porque el Señor ha resucitado, ha vencido el pecado y la muerte. Que Él se quede en el corazón de cada uno de los hermanos y hermanas que vivimos y servimos en la Arquidiócesis de La Serena. Que la tumba vacía sea signo de la esperanza y de la renovación”, destacó el sacerdote franciscano.
