El Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés), se ha posicionado a nivel mundial como la tecnología que nos permitirá mejorar y simplificar nuestras vidas, por eso no es de extrañar que según datos de la firma IDC, se prevé que en 2020 para América Latina la inversión en sensores IoT crezca un 120%.
Cada año el concepto está tomando más fuerza, ya que las personas adoptan a gran velocidad las nuevas tecnologías. Tanto es así que ya no es extraño para los chilenos que muchos dispositivos electrónicos incorporen sensores en su interior y puedan programarse según las necesidades de cada persona, todos conectados a un hub con protocolos de IoT. Escenario que puede representar un desafío para las empresas si no se adaptan y modernizan, pero que puede ser una gran oportunidad para captar nuevos clientes.
El mercado de Internet de las Cosas se abre al consumidor final
En nuestro país, ya contamos con productos IoT que pueden ser fácilmente adquiridos por los usuarios en los principales retailers, como los productos Samsung SmartThings, que permiten administrar desde cualquier lugar y de manera eficiente, todos los equipos electrónicos de una casa, sin importar si son de otras marcas, esto porque el ecosistema que impulsa es 100% abierto.
De esta forma, Chile se convierte en el primer país de Latinoamérica en comercializar productos SmartThings, lo que abre todo un mercado de oportunidades para emprendedores TI, creadores de soluciones, fabricadores digitales, diseñadores de prototipos o sensores, etc. Hoy, desde escuelas técnicas hasta empresas de productos tecnológicos ya pueden empezar a crear servicios y productos para sumarse a este ecosistema abierto.
Iniciativas de apoyo a las empresas para transformarse digitalmente
El Internet de las Cosas ofrece múltiples oportunidades para que los emprendedores desarrollen productos masivos. Pero, también para los que crean soluciones para negocios, quienes son claves para aportar a la llamada Transformación Digital de la empresa. Hoy este ecosistema abierto permite la creación de proyectos en industrias como logística, transporte, agroindustria, salud y bienestar. Actualmente, hay varios ejemplos de aplicación IoT en algunas empresas que han visto el beneficio de que sus trabajadores dejen de lado procesos, de control o monitoreo que se pueden automatizar, y puedan enfocarse en otras tareas que aporten más valor a la organización.
Apoyo a los creadores en Chile
Tanto en el mercado de usuarios finales como en empresas, en Chile no existe una entidad que acompañe a los creadores de soluciones o productos en todo este proceso. Por eso han surgido diversas iniciativas para entregar las herramientas necesarias para integrarse óptimamente al mercado. Una de ellas es el libro “Cómo emprender en Internet de las Cosas: conceptos prácticos” lanzado recientemente por la Fundación País Digital con el apoyo de Corfo.
“Hoy el reto está en terminar con el temor que tienen algunas pequeñas y medianas empresas de llevar a cabo un proceso de Transformación Digital, para lo cual es necesario que se les incentive respecto de las bondades que este proceso representa y ese es uno de los objetivos que buscamos con este documento”, destacó Pelayo Covarrubias, Presidente de Fundación País Digital.
Otro de los proyectos que surgieron en apoyo de las empresas fue el concurso IoT Challenge, desarrollado por Samsung Electronics Chile, Claro Chile y el Centro de Innovación, Emprendimiento y Tecnología (CIET) de la Universidad Adolfo Ibáñez, con el apoyo de Corfo. Una iniciativa que buscó que los emprendimientos ofrecieran soluciones tecnológicas para el mundo de hoy.
Pablo Pastene, Director Ejecutivo del CIET UAI, destacó que el concurso tuvo muy buena acogida, ya que se recibieron más de 100 postulaciones de alto nivel, lo que los llevó a seleccionar a 33 equipos, superando las expectativas iniciales. “El haber contado con más de 100 equipos postulantes nos demuestra que Chile está avanzando rápidamente en iniciativas emprendedoras basadas en IoT. Esta gran cantidad de startups permite mejorar la cadena de valor de esta industria, ya que cada uno aborda temáticas diferentes e identifica nuevas soluciones no resueltas”, comentó.
A su juicio, en un futuro Chile puede ser competitivo en el desarrollo de Internet de las Cosas, ya que actualmente lo somos en mercados que tienen una barrera de distancia al consumo (como la fruta y vinos), y el desarrollo del IoT no requiere medios de transporte que encarezcan la logística. Por eso, “el desafío para ser competitivos se relaciona a la formación de profesionales calificados en todos los niveles: técnico, ingenieril y científico”.
¿Qué esperar a futuro?
A nivel mundial, hay compañías que se han propuesto impulsar el Internet de las Cosas y hacer realidad la experiencia de los espacios full conectados. Este es el caso de Samsung, que como parte de su estrategia global, anunció que trabajará para que en el año 2020 todos sus dispositivos puedan conectarse a Internet. “Samsung ha sido uno de los impulsores de los ecosistemas abiertos y de la integración de los productos en beneficio de las personas, por eso el desarrollo de la industria IoT es clave para nosotros. Hoy es un hecho que la tecnología está presente y disponible para todos, y los emprendedores cumplen un rol fundamental en la creación de innovaciones que liberen el potencial del Internet de las Cosas”, destacó Eduardo Roman, director de productos móviles de Samsung Electronics Chile.
Y aunque una de las principales preocupaciones a futuro será la seguridad y protección de datos de todo el sistema, Eduardo Roman señala que Samsung tiene una de las soluciones más avanzadas en este tema, basadas en su plataforma Knox. “Estamos llevando Knox a Connect Home, que es el cerebro de nuestro ecosistema SmartThings, de esta forma se mantienen seguros los datos de las personas. Nuestra solución de Knox esta presente a nivel de hardware y software, así los usuarios podrán estar protegidos contra ataques de hackers, virus y accesos no autorizados, generando un entorno seguro y de confianza”, destacó.
Sin duda, esta tecnología llegó para quedarse y las oportunidades que se vislumbran a futuro son infinitas, tanto para las empresas que continúen sumándose a esta tecnología, como para los emprendedores y desarrolladores nacionales.