Esta semana comenzó a regir la segunda etapa de la Ley de Etiquetado de Alimentos, que inició el Ministerio de Salud en junio de 2016, y que ha logrado un 78% de aprobación ciudadana. Esta iniciativa tiene como objetivo principal proteger la salud de los chilenos, sobre todo teniendo en cuenta los altos índices de obesidad que existen en nuestro país.
La última Encuesta Nacional de Salud arrojó cifras alarmantes. Un 74% de los chilenos tiene exceso de peso. De ellos un 31,2% tiene obesidad, un 39,8% padece sobrepeso y un 3,2% sufre obesidad mórbida. Por lo tanto, esta ley busca bajar estos altos índices.
En ese contexto, esta nueva versión seguirá con el sello de advertencia “ALTO EN” y disminuirá las cantidades permitidas de calorías, sodio, azúcares y grasas saturadas cada cien gramos.
De esta manera, las calorías permitidas van a disminuir de 350 a 300. El sodio de 800 a 500 miligramos, las grasas saturadas de 6 a 5 gramos y los azúcares de 22,5 a 15 gramos. Es decir, los productos que tengan índices más elevados a los señalados, deberán incluir sellos negros. Con la entrada en vigencia de esta nueva fase, aumentarán los productos con sellos en el mercado, en aproximadamente un 10%.
Alejandra Alarcón, nutricionista e integrante del programa de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de los Andes, explica que “es una buena medida para revertir los altos índices de obesidad que tenemos, sobre todo si tenemos en cuenta que el exceso de peso genera patologías como enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes”.
“Sin embargo, es importante que no olvidemos que también es importante realizar actividad física, ya que tener un peso adecuado es el resultado de una alimentación equilibrada y ejercicio habitual. En Chile, un 86,7% de la población es sedentaria, por lo tanto, es importante cambiar los hábitos para tener una mejor calidad de vida”, finaliza la especialista.
Una alimentación que privilegie el consumo de carnes magras, frutas y verduras, cereales integrales y lácteos reducidos en grasas son algunas recomendaciones. Lo importante es reducir al mínimo el consumo de azúcar procesada y grasas, y privilegiar la ingesta de productos que nos entreguen los nutrientes y vitaminas que necesitamos.
Por: Alejandra Alarcón, nutricionista e integrante del programa de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de los Andes.