El 12 de octubre se conmemora el Día Mundial del Huevo. Un alimento nutritivo y con muchas propiedades. Hace ya algún tiempo, que los huevos de “gallinas felices” están siendo elegidos por muchos. Esto, porque los consumidores buscan otras alternativas a los tradicionales sistemas de producción. Esta nueva elaboración está dada por gallinas que crecen y se mueven sin restricciones, en un ambiente natural y sin tener que pasar por el estrés de estar encerradas.
Jessica Liberona, nutricionista e integrante del programa de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de los Andes, explica que “el huevo es un producto que es homogéneo y tiene características y particularidades similares, ya que todos aportan vitaminas y proteínas. Sin embargo, tienen diferencias en el sabor y color, lo que puede hacer una diferencia en las preparaciones”.
Estos huevos tienen algunas ventajas, como el entorno donde se encuentran las gallinas, donde se pueden desplazar libremente. Además, el sabor es distinto, ya que el animal metaboliza en forma diferente su alimento al estar en constante movimiento.
La especialista indica que “si bien existen múltiples teorías, lo importante es que el huevo es un alimento rico en proteínas de alto valor biológico, siendo su contenido de aminoácidos comparable con los lácteos o las carnes. Por otra parte, es una excelente fuente de vitamina B12 y colina, nutrientes que se relacionan con múltiples procesos metabólicos relacionados con el sistema nervioso”.
Así mismo, dependiendo del alimento que reciban los animales de producción, es posible modificar la composición de ácidos grasos que se encuentran en la yema. Ese es el caso de gallinas cuya dieta diaria contempla el consumo de ácidos grasos omega 3, lo que aumenta el contenido de este importante componente en la yema. Esto facilita el consumo de grasa de buena calidad en la alimentación, lo que puede contribuir a disminuir enfermedades cardiovasculares, altamente prevalente en la población chilena.
Estas características hacen que sea un alimento importante que debe estar presente en el plan de alimentación de niños, adolescentes, adultos y adultos mayores.
Algún entendido en la materia, un biólogo o un zoologo, me podría explicar, porque denominamos erroneamente como “huevos”, a los que consumimos periódicamente en nuestras dietas alimenticias, en circunstancias en casi con seguridad son “óvulos”, ya que en los criaderos separan a las gallinas como ponedoras y para producto carneo.