- Los investigadores, que descubrieron los restos del naufragado barco, aspiran a implementar una serie de hitos para dar a conocer más detalles y relatos del accidente en alta mar que le costó la vida a 500 personas, en el año 1922.
Muchas historias cuentan los vecinos de la localidad de Los Choros en torno al conocido Vapor Itata. Barco que naufragó el 28 de agosto de 1922 frente a la costa de La Higuera, específicamente, en Cruz Grande, unos 18 kilómetros mar adentro.
Melania Morales dice que sus padres siempre narraban el episodio de la ayuda a los pocos sobrevivientes del navío. “Ellos venían descalzos y con hipotermia y acá los vistieron y le dieron café. Y después todo el pueblo fue a recorrer la playa y veían lo que el mar arrastraba”, dijo la vecina.
Un acontecimiento que marcó a este pueblo costero del norte de la Región de Coquimbo, el que levantó un monolito en los terrenos donde, según los habitantes, están enterrados los poco más de 70 personas que fallecieron en tierra.
Por eso los investigadores Ricardo Bordones y Carlos Cortés, buscan implementar un circuito patrimonial y turístico, y un museo de sitio que permita conocer más detalles de esta tragedia de principios del siglo XX, que cobró la vida de 500 personas.
“El Itata es una cápsula del tiempo. Sus restos están intactos, como cayeron a 206 metros de profundidad, donde no hay luz ni oxígeno y conservó todo. Estamos hablando de restos óseos, carga, estructura metálica. Es un museo en el mar”, explicó Ricardo Bordones, productor de la búsqueda del navío.
Se trata de una continuación del trabajo de investigación que inició con la búsqueda de información, relatos y expediciones junto a la Armada y con el apoyo de la Universidad Católica del Norte, para hallar el año 2017, los restos del Itata.
Para la Intendenta Lucía Pinto, esto representa una importante puesta en valor del patrimonio. “Como Gobierno, y tal como lo ha dicho el presidente Sebastián Piñera, debemos apoyar y respaldar las iniciativas que vayan al rescate y difusión de la historia. Y en este caso, queremos destacar el trabajo de estos investigadores y creemos que la instalación de un museo o circuito patrimonial, puede ser una apuesta muy atractiva para el turismo”, sostuvo la jefa regional.
Avanzando en esta idea, el equipo investigador adquirió un moderno vehículo submarino para ir registrando nuevas imágenes del barco. Se trata de una implementación, financiada por CONICYT, con capacidad de exploración en hasta mil metros de profundidad, única en Sudamérica.
Al respecto, el investigador Carlos Cortés señaló que “ya estamos grabando nuevas etapas de este desarrollo tecnológico, más un guion de una película. La idea es rescatar restos del Itata, lo que es muy complicado, con lo que podríamos hacer un museo temático y tenemos una gran oportunidad de mostrarlo a la comunidad, porque nadie lo exploró ni buceó antes”.
En tanto, para la Presidenta del Consejo Regional de Coquimbo, Adriana Peñafiel, “es un trabajo importante. Una recuperación histórica que debe estar en la real dimensión y lugar que corresponde para ser difundido a toda la región y el país. Nosotros estamos apoyando esta iniciativa porque nos interesa el resguardo arqueológico y, en este caso, la historia marítima ligada a este barco”.
Con esto se abre una oportunidad para ir desarrollando un trabajo de “Arqueología Submarina”, destacaron los investigadores quienes, actualmente, están recogiendo nuevos relatos y antecedentes de los familiares de los descendientes del Itata, para ir construyendo una historia más acabada del llamado “Titanic Chileno”.