Una muy buena noticia es la que entregó en estos días el Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Chile (INTA), que entregó los resultados de un informe indicando que ha caído la compra de cereales y bebidas y la exposición de niños a productos “altos en”.
Por otro lado, el mismo estudio, realizado en conjunto con la Universidad Diego Portales y la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, y financiado por Bloomberg Philanthropies, IDRC Canada y Conicyt Chile, informa que se ha registrado una baja en los nutrientes críticos en los mencionados productos alimenticios, además de lácteos, quesos y cecinas.
Lo anterior, sin duda, permite avanzar en la política que se ha llevado adelante por parte de los últimos gobiernos del país, y que se está haciendo cargo de los problemas que está generando la obesidad en la población chilena, que nos tiene con una de las tasas más altas del mundo en, prácticamente, todos los niveles, según las últimas cifras entregadas por la FAO.
Así, es vital que las tendencias mundiales de consumo de productos saludables lleguen cada vez con mayor fuerza a nuestro país, y que la industria siga tomando conciencia de que este es el futuro de la alimentación, lo que según el análisis de INTA y otras universidades se está logrando poco a poco.
En este sentido, el rol que ha tomado la agroindustria es muy importante para que esta política siga avanzando y siga entregando resultados exitosos.
Desde el CET Agroindustrial, hemos desarrollado y apoyado, junto a otras entidades de la Región de O’Higgins y Maule, instancias para educar y capacitar a los productores de la agroindustria en el concepto de ingredientes críticos en productos como jugos de fruta, aceites de fruta, deshidratados, frutas congeladas, entre otros.
La recepción de las empresas agroindustriales ante el desafío de bajar los niveles de ingredientes críticos en los productos que provienen de la agroindustria nacional ha sido muy positiva. Los productores tienen toda la disposición de hacer sus alimentos más saludables, y de invertir en tecnología para incorporar alimentos o ingredientes funcionales a sus productos
Y es que más personas están teniendo una mayor valoración por la alimentación saludable, vital para poder tener una mejor calidad de vida.
En el CET Agroindustrial hemos entendido que este desafío se está convirtiendo en una gran oportunidad para la agroindustria nacional. La agregación de valor, en este sentido, es clave para sobresalir en un mercado que se expande cada día más. Por lo mismo, la innovación es una de las herramientas más importantes que tiene cada productor para potenciar su negocio.
Como Centro de Extensionismo Tecnológico Agroindustrial valoramos fuertemente los esfuerzos del Ministerio de Salud, de la industria alimenticia en general, y especialmente de la agroindustria chilena, que está modificando sus procesos para cumplir con la normativa vigente, yendo incluso más allá. El objetivo aquí no es solamente mantener vigente un mercado, sino que también hacerse cargo de un problema país que está afectando a adultos y niños por igual, ante lo cual la industria debe ofrecer nuevos productos más saludables y sustentables.
Por Mario Marín, Gerente General del CET Agroindustrial
