Al mediodía de este lunes 31 de diciembre, el Arzobispo René Rebolledo Salinas quiso dirigir su saludo a los hermanos y hermanas que peregrinan en la Arquidiócesis de La Serena. Es así que en primer lugar, destacó que la última oración de la Eucaristía en este día, llamada oración después de la comunión, “nos puede ayudar en nuestros sentimientos de gratitud al finalizar el año y encomendarnos también a Él para comenzar esta medianoche el 2019”.
Y es que en esta súplica nos dirigimos a Dios “con estas palabras: ‘Que tu Pueblo, Señor, pueda recibir hoy y siempre los dones de tu amor’. En efecto, cada uno habrá experimentado a lo largo del 2018 los dones del amor del Señor. Por ello le manifestamos un sentido agradecimiento. A Dios las gracias por todas las vivencias y acontecimientos del año que termina. El apóstol Pablo nos enseña que ‘Dios dispone todas las cosas para el bien de los que le aman’ (Rom8,28)”, enfatizó el Pastor Arquidiocesano.
Asimismo, indicó que “nos encomendamos a la bondad y al amor del Señor también al inicio de este nuevo año. Deseamos para nosotros, nuestras familias y comunidades, que sea también Año del Señor. Es decir, que el amor de Jesucristo marque con su sello el calendario de cada uno de los meses, semanas y días”.
Además, invitó a tener presente “a cuantos sufren la soledad y el abandono, como también a los enfermos y a los recluidos en centros penitenciarios, a quienes por motivo de un duelo reciente, por trabajo o salud no podrán vivir en plenitud la alegría de esta fiesta y la transcurrirán lejos de su hogar. A todos, fortaleza y esperanza en el Señor”.
Finalmente, Mons. Rebolledo solicitó que “la bendición del Señor nos cierre el año 2018, y nos colme de felicidad el año 2019”.