El actual ritmo de vida que están llevando las personas está provocando que muchos de ellos acaben padeciendo trastornos del sueño. Si estos eventos, de dormir poco o mal, se convierten en un hábito, pueden provocar efectos negativos sobre el cuerpo y el cerebro, además propiciar el desarrollo de enfermedades.
La unidad del sueño del Hospital San Pablo de Coquimbo, pionera en la zona norte del país, es la encargada de analizar las causas del trastorno. Este diagnóstico lo realiza un equipo multidisciplinario compuesto por broncopulmonar, neurólogo y odontólogo mediante un estudio llamado polisomnografía, que analiza los movimientos respiratorios durante el sueño.
Una de las causas más frecuentes de la fragmentación del descanso nocturno, es la apnea del sueño, un factor de riesgo importante que puede provocar hipertensión arterial, infarto de miocardio, enfermedades cerebrovasculares y muchas otras.
Actualmente, más de 70 pacientes deben utilizar un equipo llamado CPAP, dispositivo mecánico que cubre la zona de la nariz y que se debe colocar durante la noche para evitar el colapso de la vía aérea.
“El tratamiento no busca curar el ronquido, sino que la apnea, ya que ella puede provocar que baje el oxígeno en la sangre y predispone otras enfermedades”, explicó Fernando Molt, neurólogo y jefe de la unidad del sueño del hospital de Coquimbo.
El recinto hospitalario entrega estos equipos a los usuarios con problemas de apnea. Situación que ha beneficiado y cambiado la vida tanto de los pacientes como de su entorno familiar, ya que era imposible acceder a un tratamiento debido al elevado costo de los equipos médicos, más de un millón de pesos.
Andrés Herrera, es uno de los pacientes beneficiados. Desde hace un mes que está ocupando el CPAP y reconoce que ha comenzado a sentir algunos cambios. “El ronquido que estaba teniendo me estaba provocando apnea. No estaba teniendo un sueño reparador, era como si mi cerebro no descansara. Mi médico tratante me dijo que si me hacia el tratamiento me cambiaría la vida y desde que lo comencé a utilizar he visto algunos cambios”, señaló.
Nidia Rocco, enfermera de la Unidad del Sueño, explica que los equipos van almacenando información diaria, datos que son descargados de manera digital por el médico tratante para verificar su correcto uso y la efectividad del tratamiento.
“En las consultas nos dicen, que han disminuido los ronquidos y las apneas, que andan con menos sueños, que están más conectados con el medio, lo cual repercude en tener un mejor diario vivir”, comentó.
La Unidad del Sueño al ser el único centro reconocido de la zona norte del Plan de Apnea del Sueño, debe “dar solución a pacientes tanto de la Región de Coquimbo como de la tercera región. Dentro de los próximos años esperamos cuadruplicar el número de pacientes en tratamiento”, señaló el neurólogo Molt.
Bruxismo, otro factor que inhibe el sueño
El doctor Miguel Fuentealba, cirujano dentista, explica “muchos pacientes que tienen bruxismo, en realidad tienen un trastorno de sueño de base, como es la apnea de sueño. Por lo tanto para poder tratarlo es necesario identificar la causa o factor etiológico que lo está produciendo”.
El cirujano dentista aconseja que cuando un paciente tenga grandes desgastes dentarios, reporte de rechinamiento o apretamiento dentario dolor o sensación de cansancio o fatiga muscular, cefaleas matutinas y ruidos articulares, debe acudir a un especialista. Además, si el paciente tiene somnolencia diurna excesiva, perdida de la concentración, dolor muscular y sensación de fatiga, puede estar ocasionando apnea de sueño.