Mientras miles de turistas y habitantes de la Región de Coquimbo disfrutaban del Eclipse Total de Sol, había un grupo de funcionarios del Serena Zoo, encabezado por su director, que estudiaba el comportamiento de los animales previo, durante y luego del fenómeno astronómico. Pájaros, felinos, monos, etc., fueron grabados para ver si sufrieron alguna alteración en su comportamiento o si adelantaban su proceso normal de ir a dormir.
En otro sector, el investigador del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Nicolás Verdugo, buscaba conocer cuáles eran los efectos que producía el fenómeno en las plantas. Para ello realizó, en el Centro Experimental ubicado en la comuna de Vicuña, un ensayo en un Quillay, árbol endémico de Chile.
Durante los días anteriores al fenómeno natural se verificaron en terreno las condiciones del árbol elegido, asegurándose de estar en una zona que no contara con efectos de sombra y recibiera en su totalidad la radiación solar. Previo al evento astronómico se ubicaron sensores para medir la temperatura del follaje, humedad relativa, temperatura del suelo y la radiación solar. En forma adicional, se instalaron dos dendrómetros, uno en el tronco y otro en una rama, para medir las fluctuaciones en la contracción y dilatación de la madera.
A estos dos experimentos se suman los desarrollado por un equipo de CEAZA para estudiar algunos fenómenos de la alta atmósfera y el de un grupo de estudiantes de la Universidad de La Serena que replicaron el experimento que permitió comprobar la teoría de la relatividad de Albert Einstein.