El 28 de septiembre de 1924, Francisco Lagreze Pérez, teniente de Ejército y Comandante de Aviación, se convirtió en el primer chileno y sudamericano en realizar un salto en paracaídas, lo hizo desde una altura de 700 metros.
La génesis de su salto, se remonta a unos meses antes cuando llegó a Chile el ingeniero alemán Otto Heinecke, quien vino a promocionar un paracaídas que había creado.
Su objetivo era mostrar sus características y lograr que otros voluntarios se arriesgaran a saltar desde un avión usando su entonces novedoso dispositivo.
Permaneció en nuestro país durante dos meses, logrando que dos chilenos cumplieron con realizar un salto.
El primero de ellos fue Francisco Lagreze Pérez, oficial del Regimiento Coquimbo, comandado en la Escuela de Aviación y el segundo fue el Piloto Aviador Naval, Agustín Alcayaga Jorquera, quien efectuó su salto sobre el mar el 11 de noviembre de 1924.
EL SALTO
El salto se efectuó la mañana del 28 de septiembre de 1924 en el Aeródromo Militar de El Bosque en Santiago, con la presencia del Ministro de la Guerra de la época, contraalmirante Luis Gómez Carreño, el inspector general de aviación, General Luis Contreras Sotomayor, el director de la Escuela de Aviación, Capital Federico Barahona Walton y otras autoridades militares y civiles, como los presidentes de la Corte Suprema y de Apelaciones. Además, estaban presente miembros de la aristocracia Santiaguina.
Ese día el paracaidista alemán brindó un pequeña charla sobre las capacidades de su paracaídas. Más tarde efectuó un salto desde 800 metros para demostrar las ventajas de este paracaídas traído al país en calidad de muestra para que fueras adquirido por el gobierno.Más tarde fue el turno del teniente Francisco Lagreze Pérez, quien acompañado por el paracaidista alemán, subió al biplano De Havilland DH-9, piloteado por el teniente Óscar Herreros Walker. El cielo estaba completamente despejado.
Tras recibir las últimas instrucciones, el joven piloto saltó al espacio ante la expectación de los presentes. Luego de caer libremente por unos segundos se desplegó el paracaídas de seda que frenó su caída. Tras un descenso de unos tres minutos, Lagreze flexiono sus piernas y llegó a tierra. El fuerte impacto sólo de provocó una ligera dislocación de un tobillo.
“Mi papá después de ser oficial en el Regimiento Arica (La Serena) se pasó a la Fuerza Aérea…toda mi vida, desde que yo nací escuche maravillas de La Serena, porque él nos contaba todas las aventuras de cuando era teniente…que bajaba a caballo desde el regimiento para ir a la playa El Faro, que en ese tiempo habían vegas y había que atravesarlas para poder llegara a la playa. El año 1941 a mi papá lo reincorporaron después de un accidente y se fue de comandante y jefe del aeropuerto Tuqui en Ovalle…Ahí estuvimos en el Amelia Errázuriz”, recordó a la Voz del Norte, la señora Carlota Lagreze.
Según consta en los archivos del Museo Aeronáutico de Santiago, Francisco Lagreze también fue el primer aviador militar en aterrizar en La Serena y además, se desempeñó como jefe del aeródromo de Ovalle.
“Mi papá era un enamorado de La Serena, nos llevó al regimiento, conocimos la ciudad…fue el primer jefe en la cancha de La Florida (Aeropuerto) y murió cuando recien se habia retirado de la Fuerza Aérea. Sus funerales fueron muy emotivos porque fue en el regimiento, con la banda, hubo discursos y estuvo muy bonito. El fue un gran padre y un gran piloto”, dijo.
Otro información da cuenta que el 25 de mayo de 1932, fue protagonista de un grave accidente aéreo en el Cajón del Maipo, donde un piloto perdió la vida. Pese a resultar herido de gravedad pudo seguir con su vida militar.
Francisco Lagreze Pérez, falleció en la ciudad de La Serena el 8 de febrero de 1953. Su funeral se desarrolló con honores en el Regimiento 21 Coquimbo. Sus restos hoy descansan en el Cementerio Municipal de La Serena, tal como fue su voluntad.