A raíz de los últimos acontecimientos que han afectado a nuestro país, es posible que algunos niños, niñas y adolescentes manifiesten diferentes reacciones psicológicas ante estos hechos. Estas reacciones se pueden exteriorizar de forma inmediata o presentarse dentro de algunas semanas e incluso meses. Por esta razón,tenemos que estar atentos ante cambios de conducta en nuestros niños, niñas y adolescentes durante el primer mes, e incluso hasta unos 6 meses después del evento.
El equipo de Salud Mental Escolar de la Universidad de los Andes, conformado por el psiquiatra Dr. Jorge Gaete, la psicóloga Sofía Ganay la psicóloga Daniela Valenzuela, señalan una serie de manifestaciones de estrés a las que debemos estar alerta, e indican que si se intensifican o persisten es fundamental realizar la derivación correspondiente.Se debe tener en cuenta que estas manifestaciones se pueden presentar de manera distinta de acuerdo a la etapa del desarrollo vital de cada niño, niña y adolescente.
- Irritabilidad: Es posible que los niños, niñas y adolescentes reaccionen de forma agresiva ante situaciones que normalmente no reaccionarían de dicha manera. La irritabilidad se puede manifestar en conductas como no querer jugar, no seguir instrucciones, reaccionar con llanto o con pataletas, agresiones verbales o físicas y desobediencia.
- Falta de motivación: Es posible que baje el nivel de motivación y desinterés por realizar ciertas actividades que normalmente se realizan con alto nivel de motivación.
- Dificultades para conciliar el sueño: Es posible que se presenten dificultades para dormir, por ejemplo, que les cueste quedarse dormidos o que despierten varias veces durante la noche. Las niñas y niños menores de 12 años pueden manifestarquerer estar concon los padres durante la noche para sentirse seguros. Además de lo anterior, pueden existir pesadillas recurrentes o terrores nocturnos. Los efectos de este mal dormir, se pueden observar en el colegio, donde los estudiantes pueden mostrarse cansados, desatentos o irritables.
- Sentimientos de ansiedad o depresión: La presencia de emociones como culpa, desesperanza y angustia son comunes en niños, niñas y adolescentes que viven situaciones de emergencia. Muchos se vuelven más reservados, por lo tanto, es necesario generar estos espacios seguros en los que puedan expresarse.
- Dificultades para concentrarse: Es posible que el nivel de ansiedad interfiera con el nivel de concentración tanto en niños como en adultos, generando dificultades para realizar cierto tipo de tareas.
- Inseguridad: Se evidencian sentimientos de inseguridad, miedo a que algo pueda ocurrirle a los padres o a sus cuidadores principales. Los niños evidencian un aumento en sentimientos de miedo generalizado, lo que puede implicar que no quieran salir de su casa, que pregunten mucho a sus cuidadores si los retirarán del colegio y/o que estén hiperalerta ante ruidos fuertes.
- Síntomas físicos: Los síntomas físicos se manifiestan generalmente como dolores de estómago recurrentes, dolores de cabeza, o malestar general. Es importante aclarar que dichos síntomas no son producto de alguna enfermedad identificada.