A sólo 5 días de haber llegado al mundo, el pequeño Lucas debió someterse a una compleja cirugía. Y es que luego de nacer junto a su hermano gemelo Gaspar, le detectaron una grave enfermedad que le impedía tragar y respirar normalmente.
“Nacieron el 3 de enero, salieron bien de la guatita de la mamá, pero al momento de vestirlos, nos dimos cuenta que Lucas tenía secreciones y algo en su respiración. El equipo lo examinó y se dieron cuenta que su esófago no se había unido con su boca, ahí nos informaron que para tratarlo, debía pasar por una cirugía”, relató Diego Santander, padre del recién nacido.
Este bebé prematuro que su madre dio a luz tras 36 semanas de gestación, nació con una enfermedad llamada “atresia esofágica con fístula distal”, una patología congénita que impide la formación adecuada del esófago, por lo que el pequeño tenía dicha parte del aparato digestivo conectado a su tráquea en vez de a su boca.
El doctor Miguel Guelfand, cirujano neonatal de gran expertiz a nivel nacional del Hospital Exequiel González Cortés y la Clínica Las Condes, llegó hasta la región para ayudar al equipo del Hospital de La Serena a realizar esta operación y resolver el problema de salud de Lucas.
Al respecto, el médico explicó que su enfermedad “obviamente es incompatible con la vida, si este tipo de pacientes no se operan, todos fallecen, por lo que esta cirugía les permite vivir – permitiéndoles respirar y tragar – y a la vez, reconstituye el esófago, no requiriendo otra cirugía más para reemplazarlo, como antiguamente se hacía”.
Mediante la intervención denominada “resección de la fístula traqueo esofágica y anatomosis esofágica” los especialistas finalmente pudieron reparar el tubo digestivo de este bebé en el Hospital de La Serena, a través de la técnica no invasiva de la toracoscopia, utilizada por primera vez en la Región de Coquimbo.
“En vez de abrir el tórax del paciente en una cirugía grande, se hizo una operación por pequeños orificios de 2 a 4 milímetros, lo que beneficia al paciente de diversas formas”, señaló el doctor Guelfand.
Luego del procedimiento, el doctor Alberto Torres, cirujano pediátrico del recinto asistencial serenense, indicó que como equipo quedaron bastante “contentos, satisfechos y tranquilos. Ahora viene un periodo de recuperación para Lucas, esto no termina aquí y hay que ir evaluando cómo evoluciona. En la medida que todo cicatrice de la manera adecuada y no tengamos complicaciones, esperamos que pueda hacer una vida normal, alimentándose adecuadamente y que del punto de vista respiratorio, esté en condiciones óptimas como cualquier niño”.
En tanto, Claudia Muñoz, Enfermera Jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) del Hospital de La Serena, sostuvo que “este niñito se encuentra en el establecimiento viviendo su proceso post quirúrgico, estamos orientando sus cuidados en el manejo del dolor, la comodidad y su neuro- desarrollo. La idea es enfocarnos en su proceso de recuperación, desde el punto de vista quirúrgico y ventilatorio, para que pueda sanarse rápidamente”.
Cabe destacar que esta exitosa cirugía logró salvarle la vida a este bebé e hizo posible resolver su enfermedad sin la necesidad de que él y su familia debieran viajar hasta Santiago para operarlo.
Al finalizar la intervención, el padre de Lucas manifestó que “después de cuatro horas y media esperando fuera de pabellón, salió el doctor y nos informó que todo había salido bien, sin inconvenientes y que ahora se nos venía un proceso largo. Hay que tratar de que no sufra complicaciones, para que esperemos que en una semana más, empiece a comer por sí solo, así que doy gracias a Dios y espero que salga todo de la mejor forma”.
